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Enterrando a Strom Thurmond -(Roger Senserrich)

Enterrando a Strom Thurmond -(Roger Senserrich)

Esta semana Cory Booker, senador demócrata por Nueva Jersey, se plantó en el senado el lunes a las siete de la tarde y empezó a hablar sobre todos los escándalos y maldades de la administración Trump. Avisó que iba a hablar un buen rato, y siguió durante toda la noche, leyendo cartas enviadas por funcionarios federales que habían sido despedidos por los recortes, repasando todo lo que se estaba perdiendo. Por la mañana seguía, con la ayuda ocasional de algún colega para poder ir al baño.

| etiquetas: cory booker , trump , corrupción
Me llama la atención que una cámara a la que se presume seriedad permita estas acciones tan infantiles.

Con lo fácil que es lo itar el tiempo en la tribuna a por ejemplo 30 minutos.
#2 Si hubiese seriedad no existiría Trump ni la opción de que los millonarios elijan al presidente pagando la campaña.
#2 por no saber no saben ni hacer presupuestos como una nación civilizada, se quedaron en él siglo XVIII
#4 Nosotros tampoco, pero, por lo menos, son de este siglo
#5 llevamos dos años sin aprobar presupuestos y no ha "cerrado" él Gobierno y toda la administración :roll:

Ellos deben de ser él único país del mundo en él que no se prorrogan automáticamente, por lo menos de lo que viene siendo occidente
#2 El filibusterismo parlamentario es un clásico en los parlamentos anglosajones. El problema que lo vuelve intolerable es cuando dejan de usarlo siempre los mismos y empiezan a usarlo todos.
Ya iba tocando que alguien superase el récord del viejo y longevo Thurmond
#1 Y ¿ni siquiera fue a mear?
¿Cómo pudo aguantar más de veintitantas horas?
#7 Strom Thurmond optó por estar los días anteriores bebiendo muy poco y tomando baños de vapor para deshidratarse, y así que el agua que bebiese durante su interminable discurso fuese mayormente reposición de líquidos de manera que apenas le generase necesidad de orinar.
No obstante, en algún momento tenía que mear, pero abandonar el hemiciclo habría supuesto ceder el uso de la palabra, así que la solución fue bastante desagradable: un cubo puesto justo a la puerta del hemiciclo donde poder echar una meada. Cuando algún compañero acudiera al baño, se llevaría el cubo para vaciarlo en el váter.
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menéame