De una borrachera de pesos y liquidez que estuvo a punto de llevar a la economía a la hiperinflación, a la escasez de pesos y la lucha de los bancos por atraer el ahorro de los argentinos. Esta Argentina parece otra desde que Javier Milei gobierna y la prueba está en la base monetaria y en el fin de la impresión de pesos para financiar el déficit público. Ahora ocurre casi lo contrario. Lo que tampoco es del todo positivo, puesto que los márgenes de beneficio de los bancos se pueden ver resentidos por esta competencia feroz por la liquidez
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Pobriños
El sistema está montado para que los de arriba ganen. Si no ganan mal para ellos y peor para el resto.