Tras tres años de investigaciones junto a especialistas de la talla científica de Persinger, Hameroff, Parnia, Moody o Greyson entre otros, publica El límite (La esfera de los libros) donde se abordan cuatro grandes cuestiones: La posibilidad de la vida después de la muerte, la localidad o no localidad de la consciencia, la naturaleza de la realidad y su contraste con la percepción de los sentidos y la influencia de la mente sobre la materia. Interesante entrevista al siempre estimulante doctor y especialista en Psiquiatría Forense.
Comentarios
#2 En el curriculum de su propia web no dice nada de eso.
http://josemiguelgaona.com/?page_id=22
"Es muy probable que haya una consciencia universal desde la que se van alimentando de manera individual nuestras consciencias y que sintonicemos con ese bocado de consciencia que nos ha tocado, y a partir de la cual nuestro cerebro genere la sensación del «yo», cuya disolución es justamente uno de los motivos por los que tememos a la muerte."
Ninoninonino... Alerta magufo, alerta magufo.
#1 Conozco algo del trabajo del Dr. Gaona
Neurocirujano que dejó su profesión para estudiar psiquiatría, tiene cosas interesantes que decir sobre el cerebro y la mente, para el que quiera escucharlo.
#1 Es doctor en psiquiatría, no veo el magufeo por ningún lado la verdad a no ser que a ti los psiquiatras te parezcan magufos per se.
#5
#5 Jiménez del Oso también era doctor en psiquiatría, ahí tienes tu argumento de autoridad.
#8 Por lo general estos temas de estudio de la mente humana son propios de psiquiatras es lo que único que digo y estudiar la mente y los misterios que oculta no tiene nada de magufo. Otra cosa es que nos vayamos a lo esotérico. Jiménez sí se metía más en temas esotéricos.
#1 magufo: adjetivo propio del cuñao que se cree científico, utilizado con el único objetivo de quedar bien sin hacer el esfuerzo de leer más que el titular
#7 La cita de mi comentario es del artículo. Me parece que el que no se lo ha leído eres tú.
Como él mismo comenta en este libro se mete en campos que la ciencia ortodoxa no explica, de ahí todo lo increíble y fantasioso que pueda parecer todo.