Mongolia. Lejano país de estepas, caballos y nómadas. Y de un submundo de indigentes que sobreviven a temperaturas imposibles de varias decenas de grados bajo cero, buscando cobijo en los cimientos de Ulán Bator y ayudándose de una corrosiva mezcla de alcohol y pastillas. Una sórdida realidad que ha documentado el joven fotoperiodista guipuzcoano Mikel Aristregi, cuyo trabajo en la capital mongola fue reconocido con una Beca Sonimagfoto el pasado año.
|
etiquetas: fotoperiodismo , mongolia , indigentes