Vas por la vida tan contento y tan feliz o por lo menos bastante contento y feliz. Ya no eres un adolescente inseguro, tampoco eres un joven desbordado por los acontecimientos si no que tienes unos treintaitantos bastante molones con los que has conseguido estar a gusto. Eres mayor, pero no tan mayor como eran ellos. Tú te mantienes joven y haces cosas de joven. Tú no haces cosas de señor.Pero te equivocas. Un buen día haces algo inconscientemente y de repente un resorte salta y dices: ¡¡Dios mio!!¿Qué estoy haciendo? Entras en pánico y ves...
|
etiquetas: señales de salud , viejunismo