El olvidado leonés, militar, navegante, cartógrafo y naturalista, escritor de tratados de artillería y de obras de teatro —además de espía—, nació en Sahagún, procedía de la familia de los marqueses de Prado y vivió hasta la increíble edad de 96 años a caballo entre la mitad del siglo XVI y la del XVII. Divisó por primera vez tierra firme australiana, que estuvo a punto de pisar con la expedición de Pedro Fernández de Quirós y Luis Váez de Torres, en la que participó en 1605
Comentarios
El capitán don Diego es un personaje totalmente desmesurado
#1 Recuerdo el gran aporte que hizo usted en otro envío y cómo pude disfrutar del enlace a la "Encyclopaedia de fundición de artillería y su plática manual". Con su permiso, lo pego aquí para quien tenga interés:
Hace 4 años | Por Mysanthropus
a todoababor.es
Publicado hace 4 años por
Mysanthropus
a
todoababor.es
¿Cómo se disparaba un cañón naval? Su carga y disparo
¿Cómo se disparaba un cañón naval? Su carga y disp...
todoababor.es#2 No hacía falta pedirlo, Mysanthropus. En el artículo hay un enlace al otro tratado, el de 1591, digitalizado en la Biblioteca Digital Hispánica. El de 1591 está escrito en forma de coloquio, muy del estilo de mediados del siglo XVI como la "Ingeniosa comparación entre lo antiguo y lo presente", de Cristóbal de Villalón.
#3 Había leído el artículo, pero no la entrevista... Muy interesante también
Un saludo
Llega a pisar Australia y no llega a los 96. Con la cantidad de bichos peligrosos que hay allí no sale vivo de esa.
#10 Se ve que estás puesto en historia, ni siquiera entiendo si te estás corrigiendo a ti mismo o qué estás haciendo.
#11 Pues espérate a que empiece a hablar de "mahometanos" y rusos, sus dos especialidades.
Spoiler: no tiene ni puta idea de lo que habla.
#12 Algo me dice que es el mismo tarado que siempre acaba hablando de etruscos.
#11 estamos ante un auténtico lisensiado en historia.
PasaPollo, no dejes de pasar por aquí, que las cosas militares e históricas te gustan. Seguro que te parecerá una buena lectura.
la España borbónica es una suerte de nación sin patria y patria sin nación que no recuerda sus héroes, ni referentes, ni conmemora sus batallas ni contra-argumenta la leyenda negra.
El anti-hispanismo instalado en la Zarzuela es de una toxicidad inaudita y un error histórico de dimensiones extraordinarias.
Hay que reconocer que Inglaterra siempre fue una nación más moderna, también en sus pecados (falsa propaganda, piratería, ataques sin declaración de guerra). Los pecados de España y todo su santoral no hacían ganar las guerras. La última importante ganada contra ellos, la Guerra del Asiento, interesantísima, por cierto.
#10 Y tanto que los aborígenes subieron su nivel de vida con los Europeos, como que los mandaban al más allá
Los aborígenes fueron marginados, expoliados y considerados infrahumanos eso cuando no se les masacraba.
Uuuuuhhh qué facha suena todo.
Pues que Australia deberia ser hoy española, de la España insular como las Canarias y Baleares tendriamos Australia tambien ... se hubiera puesto puertos y bases y la parte atlantica y pacifica de Panama y desde alli gestionar Australia y haber abandonado sudamerica que no valia un pimiento
#8 "sudamérica no valía un pimiento" todo lo contrario que Australia que al parecer es una de las regiones más ricas sobre la tierra.
"se hubieran puestos puertos y bases en la parte atlántica y pacífica de Panama"...
Claro, por que debe ser que no hubo puertos españoles en ambas cosas de américa, supongo que Filipinas se colonizó en globo.
#9 Hombre Colombia, Argentina son riquisimas y las otras, lo que pasa es que esta llena de inutiles , en Australia lo que habia son dos aborigenes que subio su nivel de vida cuando llego los ingleses o si hubiera llegado los españoles
#10 Supongo que un nivel así de cuñadismo sólo puede ser ironía.
"Yo lo vi primero".
la de calles que tiene franco (e incluso bares franquistas) y este señor no tendrá ni un callejonzuelo
#20 Efectivamente. Diego de Prado no me consta que tenga ni una calle en su pueblo, pero también te digo que a Diego no lo conocía prácticamente nadie, quizás media docena de personas sabíamos de su existencia.