Torturas, lesiones y maltrato. Son las acusaciones que han recaído sobre un vecino de Inca detenido hace unos días y que supuestamente tenía a su hija atada con grilletes a la cama para que, por las tardes, no saliera de casa. La menor también denunció que le dejaba en el cuarto un cubo con agua y otro para sus necesidades. El progenitor adoptaba esas medidas extremas porque no se fiaba de su hija. Por las mañanas, en el colegio, no temía por lo que pudiera hacer, pero por las tardes se quedaba sola en casa y él no consentía en que se ausentara
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