Se ha admitido a trámite la demanda contra Diego Antona, que aseguró poseer la patente de los lectores del nuevo DNI electrónico. La demanda se basa en que "el producto objeto de dicha patente se caracteriza por unas funciones y especificaciones que cumple la gran mayoría de los lectores existentes en el mercado, no haciendo referencia a un invento novedoso", por lo que se trataría de una " patente débil, es decir, patentes que no tienen un valor inventivo verdadero y que se conceden aprovechando la laxitud del sistema".
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