La compañía de coches “teledirigidos” se llama Vay, nació en Berlín en 2018 y está a punto de estrenar un servicio inédito en Europa tras un cambio legal que regula por primera vez la conducción remota en Alemania. La clave de su propuesta es que sus coches no son autónomos, sino conducidos por un humano en remoto.
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¿Cómo que una fase intermedia? ¿Nadie se acuerda del programa, creo que de Apple, que trascribïa correos desde el micrófono? Si unos indios pueden sustituir a un programa, una legión de exclavos en el tercer mundo pueden ser el coche autónomo.
Lo más interesante del artículo.
Sin contar otras funestas utilidades... estamos vendidos.
Tampoco acabo de pillar la gran ventaja del sistema aparte de lo que indica al principio.
Se vienen tryhardeos en las calles.