Hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión, se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.
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Todo esto nos da un claro mensaje, la gilipollez tampoco se escapa de la entropía, lo que no sé es si eso nos lleva a mantener un equilibrío de gilipollas por segundo y metro cuadrado ó si bien, dado que lo único constante es el cambio, la gilipollez también evoluciona e infecta de maneras cada vez más estúpidas y originales, contando a su vez con el ingenio y las herramientas que nos hacen seguir este absurdo camino evolutivo. Luego veo quienes gobiernan el mundo y me pregunto si estamos abocados a extinguirnos por gilipollas, todo apunta a que sí.