Con todo, la duda me parece legítima. Quizá porque mi forma de vivir el Atlético de Madrid tiene poco que ver con las cuentas anuales auditadas. Quizá por aquello que decía Francis Bacon de que el lujo, especialmente el inútil, es uno de los principales signos de la decadencia de los imperios. Quizá, porque sabemos que Roma se fue apagando mientras se seguían celebrando fiestas por todo lo alto...
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