Publicado hace 6 años por --550559-- a alfredlopez.tumblr.com

Francisco de Quevedo (quien profesaba una profunda religiosidad) se consideraba un hombre de ley, a pesar de los numerosos defectos que podía tener y numerosos escritos de la época relatan cómo le gustaba el alcohol, acudir a prostíbulos, fumar compulsivamente, comportarse como un xenófobo e incluso ser un misógino. Y esto último es llamativo hasta el punto en el que uno de los incidentes más trascendentales de su vida fue producto de defender a una dama que había sido abofeteada por un individuo.

Comentarios

j

#5 Jejeje, vaya cosas, digamos que en esos tiempo "retrógados" un religioso y famoso escritor de vida más que alegre, escribe estas cosas. Hoy en día, con sus mismos gustos y escritos...¿qué sería de él?

squanchy

En cuanto vio el matrato exclamó: "¡Oh, qué vedo!". Vale, ya me voy.

D

#1 cerrad la puerta al salir, caballero

Mr.Google

#1 Eso lo dijo Góngora al ver a Quevedo jiñando, a lo que Quevedo respondió, "Ostias, hasta por el ojo del culo me reconocen"

squanchy

#6 Un clásico de la EGB.

Mr.Google

#7 Yo fui a EGB

kumo

Por lo que dice el artículo, podría haberlo hecho en defensa de la dama o para que no molestase al servicio religioso. A saber.

kumo

#3 Si no fuera un blog español diría que alguien ha traducido mal ropera por rapier y vuelta.

Me gusta lo de juguete frances para caballeros amanerados puestos de rape.

Paquito_Oliva

¿Quevedo no era espía secreto? Lo cantan los lunnis