"Tras plantar 32 saúcos en el jardín trasero de su casa, John Krusback comenzó a injertarlos entre si, doblando los tallos y ramas para darles la forma de una silla. Después de 11 años, todas las juntas de la silla fueron lo bastante fuertes como para soportar el peso del “jadinero-carpintero”. Tal y como el propio Krusback dijo tras recolectarla, la silla fue “cimentada por la naturaleza”." Vía
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