Un radar de Tráfico cazó su coche cuando circulaba a 138 kilómetros por hora en la Avenida de América, en Madrid, la tarde del 21 de junio. Sin embargo, el caso ha sido cerrado y el dueño del coche, por lo tanto, ha quedado fuera de toda responsabilidad. El hombre alegó que él no conducía su vehículo en el momento en que fue pillado por el radar. Aseguró que aquella tarde estaba en una fiesta con un grupo de personas, que en un momento dado se acabó el hielo y que le pidieron las llaves de su coche para ir a comprar más.
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