El interior de la Ciudad de la Justicia de Valencia es un ejemplo de cómo no deben diseñarse, construirse ni amueblarse los edificios de la Admnistración de Justicia.
Hace muchos años fui testigo de un robo. Me llamaron tres veces para reconocer a los culpables, y a la cuarta, harto de tanto ir, pasé de acudir a los Juzgados. La Juez me envió una citación diciéndome que si no acudía me impondría una multa que hasta podría ser de cárcel por 'denegación de auxilio a la justicia'. Evidentemente ni me lo creí, pero la tía iba en serio y la policía me vino a buscar al trabajo. Suerte del abogado de la empresa que logró soltarme al cabo de unas horas, pero salí de allí con una multa de 100.000 pesetas de las de hace 15 años. Lamentando mi suerte al funcionario, éste me dijo: "declárate insolvente, yo archivo tu multa en ese archivador, y cada 5 años alguien revisará si efectivamente eres insolvente o no... pero ya te digo que con el trabajo que hay nadie lo hará".
La conclusión de todo aquello es que:
- La Justicia se para en pormenores que bloquean los casos importantes.
- Una vez entras en el 'archivador', las posibilidades de que salgas son remotas, y de esta manera, si debes alguna multa, no pagarla. Osea, que por culpa de no invertir, la Justicia se queda sin cobrar las multas, que posiblemente les reportaría mas dinero que el que les costaría informatizar todo aquello. Mi multa al menos no la llegaron a cobrar.
Todas las mañanas me levanto y doy gracias a Dios por no tener que ir a hacer papeles. Y más a ese sitio delirante.
La escultura de la cabeza (y la de los cojones) es muy apropiada.
Comentarios
Hace muchos años fui testigo de un robo. Me llamaron tres veces para reconocer a los culpables, y a la cuarta, harto de tanto ir, pasé de acudir a los Juzgados. La Juez me envió una citación diciéndome que si no acudía me impondría una multa que hasta podría ser de cárcel por 'denegación de auxilio a la justicia'. Evidentemente ni me lo creí, pero la tía iba en serio y la policía me vino a buscar al trabajo. Suerte del abogado de la empresa que logró soltarme al cabo de unas horas, pero salí de allí con una multa de 100.000 pesetas de las de hace 15 años. Lamentando mi suerte al funcionario, éste me dijo: "declárate insolvente, yo archivo tu multa en ese archivador, y cada 5 años alguien revisará si efectivamente eres insolvente o no... pero ya te digo que con el trabajo que hay nadie lo hará".
La conclusión de todo aquello es que:
- La Justicia se para en pormenores que bloquean los casos importantes.
- Una vez entras en el 'archivador', las posibilidades de que salgas son remotas, y de esta manera, si debes alguna multa, no pagarla. Osea, que por culpa de no invertir, la Justicia se queda sin cobrar las multas, que posiblemente les reportaría mas dinero que el que les costaría informatizar todo aquello. Mi multa al menos no la llegaron a cobrar.
Nota a tener en cuenta: el blogger, José Muelas, es Decano del Colegio de Abogados de Cartagena.
Todas las mañanas me levanto y doy gracias a Dios por no tener que ir a hacer papeles. Y más a ese sitio delirante.
La escultura de la cabeza (y la de los cojones) es muy apropiada.
De lo mejor que he leído en los últimos tiempos.
Increible pero cierto.
impresionante.