En tiempos de retrocesos y repliegues, es imprescindible que el profesorado, formadores, familias y movimientos sociales no permanezcan en silencio. La defensa del currículo como construcción colectiva, situada, ética y comprometida no es una consigna vacía: es una responsabilidad política. Porque, como bien sabemos quienes trabajamos en educación, cada omisión es también una forma de violencia, y cada contenido eliminado deja un vacío que alguien se encargará de llenar.
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etiquetas: censura , educativa , aprendizaje , silencio , extrema , derecha
Cono los ciudadanos no espabilemos y estos lleguen al gobierno nos espera un periodo de extraordinaria placidez...
Cuando gobierne la derecha (que lo hará mas pronto que tarde), no será por mérito propio sino por el asco que ha generado la izquierda.
# Germana de Foix
Y lo mejor de todo, basta educación, cultura y un mínimo de inteligencia.