A pesar de que la crisis no parece estar afectando a Calvo, que si en 2010 batía su récord de beneficios incrementándolos un 80% hasta alcanzar los 27 millones de euros, en 2011 (último resultados publicados) sus responsables anunciaban las mejores cifras de toda su historia con una facturación de 566 millones de euros, la compañía recurre a triquiñuelas como abanderar todos sus atuneros con bandera extranjera (Cabo Verde) por temas fiscales y a contratar marineros africanos a los que paga 77 céntimos por tonelada capturada.
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