El director general de Caixa Catalunya, Adolf Todó, fichado el año pasado para reflotar la entidad por su prestigio en el sector financiero, cuenta con un blindaje en caso de que abandone la entidad equivalente, en la práctica, a cinco años de su sueldo. La retribución base del primer ejecutivo de la segunda caja catalana, que negocia una fusión con Caixa Manresa y Caixa Tarragona, asciende a 600.000 euros, de modo que la indemnización en caso de que su contrato se extinguiera ascendería a 3 millones €
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