El buenismo debe ir más allá de ponerle buena cara al mal tiempo y de basarse en un buen rollito de compromiso, siempre sonriente y amable. El buenismo debe predicarse con el ejemplo. Como hace nuestro buen amigo Paco, el Compae, que siempre se despide con sus ya proverbiales y admirados “saludos a la buena gente”. Porque en este mundo existe buena y mala gente.
|
etiquetas: buenismo