La fiesta comienza entre las 20.30 y las 21 horas. Vestidos con sus mejores galas y envueltos en perfumes, grupos de adolescentes se reúnen y debaten la forma más fácil de conseguir las bebidas. La mayoría elige supermercados del centro de la ciudad y de la zona de las universidades. «Es mucho más económico comprar allí. Por cuatro euros ya tienes la priva. Normalmente, no nos piden el carné de identidad, pero por si hay problemas nos suele acompañar una persona mayor de edad para sacar las botellas», cuentan Saioa, Leire, Ainhoa y Edurne.
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