Hace 9 años | Por Sixela a publico.es
Publicado hace 9 años por Sixela a publico.es

El director de 'El País' salva al gobierno del PP de la acusación de opacidad y dice que los periodistas han de estar al margen de todas las causas.

Comentarios

m

#1 Me temo que su antecesor, Javier Moreno, también lo sabe de primera mano

millanin

Claro que no.

lo que cambia directores y orientaciones son los fondos de reptiles, la publicidad institucional y la compra de diarios.

electroconvulsivo

éste, puede decir lo que le salga de la punta de la nariz. Ya veremos a ver qué dice cuando se le desplome el periódico a la irrelevancia.

comunerodecastilla

Después de leer tal afirmación solo me asalta una duda: ¿se habría limpiado ya las boceras o aun las conservaba?. roll

D

Por el mar corren las liebres...

D

Hace falta ser sinvergüenza para soltar una cosa así y no ruborizarse.

Skaly

Tan cierto como que la Aguirre es socialista

U

#4 O de PPodemos

Yoryo

Que va ha decir el animalillo, de momento a el le han preparado un buen sillón que conservará, mientras siga yendo a favor de las gaviotas...

Galero

Este va camino de jubilar a Marhuenda, y parecía insuperable.

D

Qué esperáis que diga este tío.

D

Se le ha quedado la boca con la forma de "O".

Así se adapta perfectamente al contorno de...

n

Y Antonio Caño es el humano más inteligente de la galaxia. He dicho.

¡Valiente gilipollas! Con lo bonito que estaba callado.

De pena.

Homelandz

Los medios tradicionales atraviesan una profunda crisis en todo el mundo, y España no es una excepción. Por un lado sufren una fuerte pérdida de lectores, ya que éstos ahora cuentan con más alternativas para informarse. Internet se ha colado en la "dieta informativa" de la gente; ahora leemos las ediciones digitales de los periódicos, lo que provoca la caída de las ventas de los ejemplares en papel. Las ediciones digitales generan ingresos por publicidad, pero esos ingresos son inferiores a los de la edición en papel. Además ya no leemos un sólo periódico, leemos artículos sueltos, unos de un medio y otros de otro, así que las visitas se dispersan. Por si fuera poco, en el entorno digital los medios encuentran la competencia de diarios exclusivamente digitales y blogs. Los lectores acuden con frecuencia a estas fuentes porque resulta que sus contenidos son a menudo mejores que los de la prensa tradicional. Esto, evidentemente, resulta en la huida de los anunciantes a estos nuevos medios. Pero es que además la tecnología permite ahora situar publicidad en muchos otros sitios donde antes no existía o era testimonial, como las aplicaciones o los videojuegos para móviles, lo que reduce aún la cuota de los medios tradicionales en el reparto del pastel publicitario. En último lugar hay que señalar que los grandes periódicos españoles están en manos de grandes empresas de medios prácticamente quebradas, como Prisa o Unidad Editorial.

Junto a esta crisis económica hay otra de modelo. Los medios impresos tradicionales siguen instalados en la unidireccionalidad propia de los mass media (un único emisor y millones de receptores pasivos). Resulta sorprendente la poca atención que prestan a la participación de los lectores, no hay un sólo medio tradicional en España que tenga comentarios decentes en sus noticias porque no son capaces ni de implementar los más obvios sistemas de moderación (como la moderación por karma de los comentarios de menéame). Además de los problemas para interactuar con los lectores, otras consecuencias del cambio tecnológico, que ha modificado los hábitos de consumo de su audiencia, siguen sin respuesta por parte de la prensa tradicional. Quizá ahora, más que el seguimiento lineal de las "noticias" los lectores valoren su puesta en contexto (por ejemplo, una infografía que nos ayude a entender el conflicto palestino-israelí y de esta manera entender mejor los acontecimientos recientes). También parece claro que los lectores ya no están dispuestos a pagar por un periódico entero del que sólo le interesan algunos artículos; es algo parecido a lo que pasó con los discos: la gente no quería pagar por discos enteros cuando sólo estaba interesada en una canción, cosa que entendió Apple cuando fundó iTunes. Igual hacer un iTunes de contenidos de prensa es una buena idea, pero la prensa tradicional no parece entenderlo. Paralelamente, como la crisis aprieta y hay poco dinero, las redacciones se han precarizado muchísimo, lo que redunda en una pérdida de calidad de los contenidos.

Así pues, la prensa está en apuros, y eso la hace muy vulnerable. De esa vulnerabilidad se aprovechan los gobiernos, y singularmente el español. Los periódicos son muy dependientes de las compras institucionales (en un país donde los grandes medios alcanzan tiradas de apenas 120.000 ejemplares las compras en ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos, ministerios, etcétera son importantes). También dependen de la publicidad institucional, repartida discrecionalmente y sin transparencia precisamente para premiar a los fieles y castigar a los hostiles (un excelente artículo sobre el tema: http://www.cuadernosdeperiodistas.com/publicidad-institucional-aun-pesebre-y-trabuco/ ). También son dependientes de los grandes anunciantes, como Telefónica o las energéticas; pero en un país donde esos sectores se dirigen a golpe de BOE y las puertas giratorias están a la orden del día, no debería extrañarnos que estas empresas mimeticen el comportamiento de los gobiernos, castigando y premiando según corresponda. Otros sectores que concentran a grandes anunciantes, como la banca/seguros también tienen conexiones directas con el poder (créditos a partidos, por ejemplo). Al final son todos la misma cosa. Los periódicos, aunque os parezca mentira, también reciben subvenciones directas de los gobiernos (la junta de Andalucía a El País, por ejemplo). Y la puntilla es el canon AEDE. La legislación que (supuestamente) va a garantizar un maná de ingresos a los medios tradicionales es fruto de una negociación del Gobierno con esos medios y sus empresas matrices en la que el precio a pagar es el servilismo lanar. Y en ese contexto se encuadran la salida de los directores de el Mundo y de El País.

Evidentemente lo van a negar, pero no engañan a nadie. Si queréis hacerle un favor a la libertad de prensa en este país, y a la libertad en general, no compréis la mierda de estos vendidos.