Resulta ser una costumbre muy arraigada en las altas esferas, las cenas importantes y demás, que el anfitrión se sirva el vino primero a sí mismo, antes que a sus invitados. Las razones que subyacen a esta costumbre son, básicamente, tres.
No creo que lo hiciese para evitar que le fuera particulas de corcho a los invitados. Tengo entendido que en Francia antiguamente lo hacían para mostrarle a los invitados que no los iba a envenenar ya que probaba el antes.
Pues no estoy de acuerdo con el recipiente a usar.
A mí me gusta más en el vaso de "txikito" de toda la vida, el que es como un vaso de cubata (o de sidra) pero más corto, o si no en un vaso de cubata directamente. Me sabe mejor que en copa.
Comentarios
No creo que lo hiciese para evitar que le fuera particulas de corcho a los invitados. Tengo entendido que en Francia antiguamente lo hacían para mostrarle a los invitados que no los iba a envenenar ya que probaba el antes.
#7 Creo que ese es el motivo y el artículo lo que enumera son las excusas educadas...
Meneo única y exclusivamente por el uso de la palabra hogaño en el texto.
Me ha encantado.
Entré a comentar exactamente lo que ya ha expuesto #4 y por la misma razón.
Me alegro de que se me hayan adelantado.
#4 Ya en las botellas de antaño no hay vinos hogaño. Meneo.
Sírvanse ustedes este meneo
#1 No, primero usted, que es el anfitrión.
#2 Yo fui el primero
Primera noticia que tengo de esto. Cuando he tenido invitados yo me servía el último. Me parece una grosería empezar con mi copa.
Pues no estoy de acuerdo con el recipiente a usar.
A mí me gusta más en el vaso de "txikito" de toda la vida, el que es como un vaso de cubata (o de sidra) pero más corto, o si no en un vaso de cubata directamente. Me sabe mejor que en copa.