Un creciente autoritarismo y jerarquización en el sindicalismo, también en el anarcosindicalismo, lleva una progresiva presencia de la delegación. Los y las afiliadas, que en teoría deberían poder ser activas en el día a día de la organización, se acostumbran a delegar en aquellos y aquellas que tienen poder para decidir su propia capacidad de actuar.
La gente está acostumbrada a delegar, es muy díficl que les entre en la cabeza que hay que participar. Lo de la sensación de ganar o perder es algo también bastante frustrante, sobretodo cuando algunos reconocen en asambleas que traen el voto ya decidido de casa, que no necesitan un largo debate.
Comentarios
Muy necesaria lectura
La gente está acostumbrada a delegar, es muy díficl que les entre en la cabeza que hay que participar. Lo de la sensación de ganar o perder es algo también bastante frustrante, sobretodo cuando algunos reconocen en asambleas que traen el voto ya decidido de casa, que no necesitan un largo debate.