(...) negocios en manos de grandes fortunas llamados residencias de ancianos, o geríatricos, que hacían de morideros o incluso mataderos de todas aquellas personas que por edad habían dejado de ser productivas, y que inútiles se les trataba, incluso a su suerte por los suelos, entre desatención, maltratos y soledad hasta sus últimos días, apartados del funcionamiento de una sociedad que solo valora productividad, a cambio de miles de millones de euros por gestionarlos.
Comentarios
Texto denso que se atraganta aún más por ser una tragedia de tema...
Una realidad que por suerte no conozco (hoy) pero me aterra
#1 A veces hay que atragantarse para saber que lo que nos estamos comiendo es una bola de mierda que no pasa por mucha azúcar que lleve.
Mira que es bonito el karma. Los que están ahora en las residencias son los que por acción u omisión han creado esta sociedad que solo valora la productividad