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Ceremonia de inauguración del túnel de base de San Gotardo en suiza

Ceremonia de inauguración del túnel de base de San Gotardo en suiza  

Acto de inauguración del túnel, el 1 de junio de 2016. Con una longitud de 57,09 km, es el túnel ferroviario más largo y profundo del mundo
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El premio Gordo se convierte en maldición en Asturias

El premio Gordo se convierte en maldición en Asturias

El premio gordo, cambia el mensaje “buenista” de sus anuncias por todo lo contrario, contado a través de las diferentes historias de varios de sus protagonistas, localizados en el pequeño núcleo urbano donde descargó la lluvia de millones
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Muere Lluís Miquel Campos, el compositor de la melodía de Mercadona

Pocas melodías existen más pegadizas que la de la cadena de supermercados Mercadona. «Mercado-o-na, Mercado-na», reza la sencilla letra que suena entre los líneales de la empresa valenciana. Solo una palabra -y repetida- se ha convertido en el top de las melodías, el summum de los jingles publicitarios. Su compositor, el valenciano Lluís Miquel Campos ha muerto este jueves a los 79 años.
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Obras del pintor Vicente Romero Redondo

Obras del pintor Vicente Romero Redondo

Pinturas en pastel de Vicente Romero Redondo de 2017 en adelante.
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Telerevista Los Electroduendes - Desprecintado 38 años después (texto y vídeo)

Telerevista Los Electroduendes - Desprecintado 38 años después (texto y vídeo)  

Aquí tenéis este vídeo en el que hablaremos de La Bola de Cristal, Los Electroduendes y de lo que muchos no saben, que tuvieron una revista llamada «Telerevista Los Electroduendes» que pasó sin pena ni gloria. Nada mejor que verla y analizarla en un vídeo. Disponemos de 3 números precintados de esta rareza y es hora de abrir y descubrir cuál era su contenido 38 años después.
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Don Quijote: ni don ni caballero

Don Quijote: ni don ni caballero

¡Ojo!, que en justicia Don Quijote no era caballero ni merecía el título de don. N.Concostrina.. - ¿De dónde venía eso de tratar a alguien como señor?, ¿cuándo se le ponía el “don” por delante?, ¿cuándo se le retiraba?, ¿qué pasaba con el “vos”?, ¿a qué venía el “vuesa merced”? Con frecuencia, si nos dicen: “Señora, ¿tiene usted hora?”, respondemos: “Pues sí que la tengo, pero no te la doy, por haberme echado encima veinte años con el dichoso señora”. Pero eso lo podemos hacer ahora, en estos tiempos en los que elegimos cómo nos tratan.
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BibliaMan vs. Internet [ENG]

BibliaMan vs. Internet [ENG]  

[...] He ido recolectando los DVDs del cubo de ofertas durante años, tras percatarme de que son una de las peores sagas de cine religioso que puedes visionar [...] El origen de la historia de BibleMan es…vago. Como la increiblemente molesta cancion de la intro nos cuenta, solía ser rico y poderoso, pero lo perdió todo y de alguna manera se convirtió en un superhéroe con la ayuda de Yisus.
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Death Race, el polémico arcade de Exidy

Death Race, el polémico arcade de Exidy

En abril de 1976 la ya desaparecida Exidy, lanzaba el arcade "Death Race", un videojuego donde nuestro objetivo es conducir un vehículo y encontrar "gremlins" a los que atropellar. Las figuras que debían atropellar los jugadores tenían forma humanoide, lo que escandalizó a una parte de la sociedad americana. La controversia hizo que varios centros comerciales y salones recreativos se negaran a tener arcades de Death Race o lo retiraran de sus locales, convirtiéndose así en el primer intento de censura en el mundo de los videojuegos.
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Pueblos de colonización: hijos de una arquitectura de vanguardia poco conocida

Pueblos de colonización: hijos de una arquitectura de vanguardia poco conocida

Dicen que los pueblos de colonización son hijos de una arquitectura desconocida de vanguardia. En ellos se aplicó la racionalidad, el uso de materiales adecuados y la repoblación de espacios, según destaca la fundación de arquitectos "Docomomo". Un ejemplo de arquitectura moderna y sostenible.
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La Estación Megalítica de Sejos-Cuquillo (Cantabria)

La Estación Megalítica de Sejos-Cuquillo (Cantabria)

La estación del collado de Sejos-Cuquillo es, sin lugar a dudas, el conjunto megalítico más importante de Cantabria. Su ubicación, a más de 1.500 metros de altitud, y lo dificultoso de su acceso han propiciado que gran parte de sus elementos se hayan conservado en buen estado hasta nuestros días. Se sitúa en un área de grandes pastizales y brañas, entre Polaciones y la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga, extendiéndose el conjunto arqueológico a lo largo de unos 2,6 kilómetros.
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El cuadro reunificado que ha sido tres cuadros distintos

El cuadro reunificado que ha sido tres cuadros distintos

La curiosa historia de un cuadro flamenco separado en dos cuadros distintos y cómo se hizo para volver a juntar las piezas para reintegrarlo.
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Explorando el Desfiladero de Dunloe en Irlanda

Explorando el Desfiladero de Dunloe en Irlanda

Aunque está fuera de los límites del parque nacional de Killarney el Desfiladero de Dunloe, ha sido una parte vital de la ruta turística de Killarney desde finales del siglo XVIII cuando, inspirados por los poetas románticos, los adinerados turistas llegaron en busca de paisajes “sublimes” y “salvajes”. Durante este período, la leyenda de Kate Kearney surgió por primera vez: Kate, una belleza local legendaria basada en una canción popular, supuestamente vivía en una cabaña en el paso y dispensaba poteen (whisky destilado ilegalmente)
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Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña en el ultramar británico

Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña en el ultramar británico

Las desconocidas islas de Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña han jugado un papel crucial en la construcción y evolución histórica del Imperio británico. Estas colonias son hoy parte de la estrategia de dominación británica en el Atlántico sur.
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Otto Gross: biografía de un psiquiatra diferente

Otto Gross: biografía de un psiquiatra diferente

Otto Gross fue una figura tan particular, que Sigmund Freud siempre se abstuvo de psicoanalizarlo. En cambio Carl Jung sí emprendió ese proceso y terminó siendo psicoanalizado por su paciente.
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Megapixels: CRISPR convirtió a estos lagartos en fantasmas [ ing ]  

Primero, en un reptil alucinante, los investigadores pudieron modificar genéticamente un embrión de reptil usando la técnica de edición de genes conocida como CRISPR. La tecnología se ha utilizado en peces, aves, anfibios e incluso en mamíferos, pero esta es la primera vez que los científicos incorporan escuadrones (lagartos y serpientes) a la imagen.
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¿Cómo ve el mundo alguien con un ojo biónico? (ING)

¿Cómo ve el mundo alguien con un ojo biónico? (ING)  

Un nuevo estudio de la Universidad de Washington trata de responder a esa pregunta y ofrece simulaciones visuales de lo que alguien con la visión restaurada podría ver. La visión artificial puede ser muy diferente de lo que los científicos y los pacientes habían asumido previamente. "Esta es la primera simulación visual de la vista restaurada en cualquier forma realista [con un implante retinal]" dice Ione Fine. Estas simulaciones ayudarán a crear mejores implantes sin disparar a ciegas. Más info en el artículo: goo.gl/43xMVn
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Dogs D'amour - I Don't Want You To Go

Dogs D'amour - I Don't Want You To Go  

Dogs D'amour - I Don't Want You To Go del álbum In The Dynamite Jet Saloon,
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Tan pequeñica y sincera - Amaia

Tan pequeñica y sincera - Amaia  

Tan pequeñica y sincera. Y aunque me vean ustedes. No crean que tengo miedo que me atrevo con cualquiera. Que me atrevo con cualquiera y aunque me vean ustedes.
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Las mujeres toman las aceras bajo la mirada de Agnès Varda

Las mujeres toman las aceras bajo la mirada de Agnès Varda

El flâneur es una figura emblemática de la modernidad que surgió con el estilo de vida urbano de la Europa del siglo XIX. Originalmente, la flânerie era una actividad reservada a los hombres que consistía en un paseo ocioso por la ciudad, durante el cual el flâneur observaba escaparates, transeúntes y, en especial, a las mujeres...Las mujeres estuvieron predominantemente excluidas de esta práctica. Hasta que, bien entrado el siglo XX, autoras como Virginia Woolf comenzaron a reflejar en su obra la mirada femenina durante sus paseos urbanos.
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Una peregrinación en «chimpín» desde Suiza hasta Santiago asombra allá por donde pasa: «Llevan 33 días en la carretera»

Una peregrinación en «chimpín» desde Suiza hasta Santiago asombra allá por donde pasa: «Llevan 33 días en la carretera»

El camino de estos siete compañeros suizos hasta Santiago tienen un factor diferencial al del resto de peregrinos. Llevan más de un mes recorriendo media Europa sobre ruedas. Concretamente, en tres chimpines equipados con sus respectivos remolques. En ellos llevan a cuestas las estancias de una casa: un añadido alberga la cocina, otro los dormitorios y otro el espacio de almacenaje. Hace ya unos cuantos días que llegaron a Galicia y, allá por donde pasan, sorprenden.
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¿Eres capaz de reconocer estos puentes españoles?

¿Eres capaz de reconocer estos puentes españoles?

España está llena de puentes. Romanos, medievales, modernos. Colgantes, levadizos, invisibles al turismo o convertidos en atracción. Aquí te traemos diez puentes célebres. Diez imágenes. ¿Sabrás reconocerlos? Ponte a prueba con este test
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El ala de un avión de Delta Air Lines se rompió en pleno vuelo con 62 pasajeros: el video del aterrizaje de emergencia

El ala de un avión de Delta Air Lines se rompió en pleno vuelo con 62 pasajeros: el video del aterrizaje de emergencia

El vuelo 1893 de Delta Air Lines tuvo un aterrizaje de emergencia, debido al daño en una de las alas del avión, y los 62 pasajeros vieron por las ventanas el aterrador momento en que uno de los flaps se rompió mientras todavía estaban a más de 3.500 metros de altura. Sucedió el martes 19 de agosto, cuando un Boeing 737-800, que despegó desde el Aeropuerto Internacional de Orlando en Florida con destino a Austin, Texas, empezó a temblar de manera continua.
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Propuesta para el cambio de Pueblo

El pueblo ha perdido la confianza del gobierno, lo más sencillo es que el gobierno disuelva al pueblo y elija uno nuevo.

Bertolt Brecht.

En realidad, toda la izquierda y toda la derecha “respetables” comparten hoy la desconfianza instintiva ante el pueblo. El pueblo les ha defraudado. Demasiados referéndums fallidos (Dinamarca 1992, Francia 2005, Holanda 2005, Irlanda 2008, Holanda 2016, brexit 2016), demasiados gobiernos populistas por aquí y por allá, demasiadas sorpresas. La democracia está claramente sobrevalorada. Un circo donde crecen los enanos. Y Hitler llegó al poder tras unas elecciones, ¿no?...

“La gran paradoja de nuestras democracias modernas –escribe Jean-Claude Michéa– es que el pueblo ya no es considerado como la solución, sino como el problema. Que el término “populismo” –antes indisociable de las tradiciones revolucionarias más estimables– se haya convertido, desde hace más de treinta años, en la forma de designar el supremo crimen de pensamiento, dice mucho sobre la magnitud de la transformación ideológica en que vivimos” . Para la gobernanza ilustrada que nos dirige, ni el pueblo, ni las elecciones ni la democracia parecen ya fiables. ¿Qué hacer?

Adriano Erriguel

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¿Conoce a esta mujer?

Hace unos días leí el relato de Feindesland "¿Pero la conocía o no?". Me gustó mucho, tanto, que me inspiró para versionarlo. Mi revisión en puntos es casi idéntica y en otros se aleja bien lejos. Él me ha dado permiso. Espero que os guste.

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Cuando alguien llama un domingo al portero automático y coges el telefonillo, lo primero que piensas es que algún desaprensivo ha aprovechado el festivo para repartir publicidad y hacerse unos cuartos extra a costa de la tranquilidad ajena. Pero, cuando abajo contestan que es la policía, echas de menos al repartidor. 

Y no es que tenga yo cuentas pendientes con la justicia, ni razones para temer que vengan a buscarme, pero la policía, un domingo a las nueve de la mañana, no viene a devolverte un décimo premiado que has perdido por la calle.

Pulsé dócilmente el botón y esperé a que subieran a mi piso. Eran dos agentes, uno de pelo blanco y el otro tan joven que el uniforme le sentaba como un disfraz. El más viejo me saludó, me preguntó si era Gonzalo Vega Esquivel, y cuando asentí me alargó sin más una fotografía. Era una mujer muerta, con el rostro tumefacto y desfigurado.

— ¿La conoce? —me preguntó tras unos segundos, observando fijamente mi reacción.

— No. Creo que no —respondí devolviéndole la foto.

— Llevaba su nombre —explicó el más joven.

Yo me encogí de hombros. 

— Comprendan que así, en una fotografía como esa... —traté de justificarme, mientras repasaba mis actos mentalmente. ¿Qué podría haber hecho?

El del pelo blanco parecía esperar la negativa, pues apenas me dejó tiempo para buscar alguna coincidencia.

— Tenemos que pedirle que nos acompañe al depósito, por si pudiera identificar a la difunta.

Normalmente no hago planes para los domingos y dejo a la casualidad, al impulso o a la llamada de un amigo la decisión última sobre a dónde ir o qué hacer. Ese sistema de permitir a lo inesperado operar por su cuenta me había funcionado durante muchos años, pero aquel día hubiera preferido la rutina de un domingo lluvioso de invierno.

— No nos llevará mucho tiempo —trató de animarme.

— Antes de las once estará usted de vuelta —reforzó el joven.

No era cuestión de hacerse de rogar: había que ir y punto. Así que comprobé con tres palmetazos por mi cuerpo que llevaba las llaves, la cartera y las gafas, y bajé en el ascensor con los dos agentes.

Me subí al coche patrulla con una sensación extraña, como si me llevasen detenido por algún delito que no podía imaginar, igual que Joseph K, el del proceso de Kafka. Los dos policías no hablaban entre sí y el silencio acentuaba mi aprensión. Acabé preguntando qué le había pasado a la mujer.

— Apareció muerta en una boca de metro, en Cruz del Rayo —explicó el más joven—. Le dieron una paliza y luego la apuñalaron con un cuchillo o alguna otra arma blanca.

Entonces, de pronto, caí en la cuenta de que si la mujer llevaba encima mi nombre y mi dirección, bien podrían considerarme sospechoso

— Oigan, ¿no pensarán que he sido yo? —pregunté alarmado.

El del pelo blanco sonrió para rebajar la tensión.

— Puede estar tranquilo. De vez en cuando aparece alguna así. Son ajustes de cuentas. Rencores. Clientes borrachos. El mundo de la prostitución barata. Ya me entiende...

No entendía en absoluto, pero asentí de todos modos.

— ¿Y no saben nada de ella? —pregunté, intentando encontrar algún nexo.

— La llamaban Camila, pero era un nombre de guerra. Nadie sabe cómo se llamaba en realidad, ni de dónde era, ni nada. Cuando tenía dinero dormía en una pensión por Tirso de Molina, y cuando no, en la calle.

— Vaya panorama —lamenté yo con un suspiro.

— Para nosotros es lo habitual —remachó el policía terminando la conversación.

Después de abandonar la parte más complicada de la ciudad conseguimos por fin acelerar. Los domingos por la mañana hay menos tráfico en Madrid que de costumbre, pero tardamos más de media hora hasta el Instituto Anatómico Forense. El trayecto, aún así, no se dio mal: viajar en un coche patrulla no agiliza el tráfico ni te libra de los semáforos, pero al menos no te pita ni Dios.

Bajé del coche y seguí a los dos policías, que fueron abriéndose camino en el edificio, con la destreza de la costumbre, por unos pasillos siniestros a pesar de la claridad de sus ventanales. 

De la sala donde tenían a la mujer sólo recuerdo las luces de fluorescente, los brillos metálicos y el olor a alcohol y desinfectantes. La muerta estaba tapada con una sábana blanca y cuando estuve lo bastante cerca, un operario con bata verde descubrió su rostro.

—¿La conocía? —preguntó el policía del pelo blanco, calcando el tono que empleó al enseñarme la fotografía.

Traté otra vez de hacer coincidir sus rasgos, intuyéndolos bajo la hinchazón, con un catálogo difuso de amigos, conocidos, clientes y familiares lejanos. No era capaz de encajarlos en ningún patrón. ¿Quién podía ser? ¿Le di dinero? ¿Por qué guardaba mi nombre? Después del interés anatómico inicial, el conjunto perdió consistencia y se fueron imponiendo las heridas, los moratones y el labio levantado, que mostraba los dientes desiguales y las encías enrojecidas. Me vino una náusea.

El policía más joven debía compartir mi sensación, porque se mantuvo prudentemente al margen, mirando al cadáver sólo con vistazos fugaces. 

Dí un paso atrás.

— Me suena su cara.

El joven aprovechó para concentrarse en su pequeña libreta, deseando que le dijera algo que poder apuntar y así ignorar el cuerpo.

Mi cara se ensombreció a la vez que una sospecha apareció en mi mente.

— ¿Puedo verle el tobillo?

— ¿Cuál de los dos?

— No me acuerdo, los dos.

El operario de la bata verde descubrió la sábana hasta las rodillas. No hizo falta que me acercase. Tenía una cicatriz en forma de media luna en el tobillo derecho. 

Entonces recordé ese día de golpe.

Ella había venido a buscarme, era por la tarde, a la finca. Mi padre tenía varios perros, uno de ellos un San Bernardo, enorme, blanco, juguetón. Se lanzó a saludarla. Apenas la conocía, pero le caía bien. Y ella, como loca, se puso a jugar con él. El momento me pareció adorable hasta que caímos en que tenía media pernera empapada en sangre. ¡Ni se había dado cuenta! Debió clavarse un rastrillo o qué sé yo. No se enfadó, ni se puso nerviosa, solo pidió whisky entre risas antes de visitar al vecino, que era veterinario. No sé a quién enamoró más, si a mí o a mi padre.

Era ella. 

Hacía treinta años que no la veía y por lo menos veinticinco desde que dejé de preguntar por sus andanzas cuando me topaba con algún conocido común. Me dijo que no y habló de marcharse al extranjero, a ver el mundo. Se ve que lo cumplió y ahí le perdí la pista.

Pero era ella. Seguro.

En Toledo nos vimos un par de veranos. Casi a diario por un tiempo, cuando logré mudarme a Madrid. Un café nos duraba tres horas y luego salíamos de fiesta toda la noche, sin un duro. 

Hubo algo. No, hubo mucho entre nosotros. Café y aventuras. Besos y gritos. Y algo que a mis veinte años creí que duraría siempre.

— ¿La conocía? —preguntó una vez más el policía canoso.

¿La conocía? Tardé un instante en recordar su nombre. Se llamaba Tere. Teresa Melero Monzón. Sí, eso es: Monzón. Bromeábamos por la casualidad del apellido. Le encajaba como un segundo nombre, ese que te dan cuando ya te conocen bien. A la India. Quería ir a la India para sentir en la piel el monzón, caliente y explosivo. Un aguacero infinito que dura unos instantes. Pero lo llena todo de vida.

Sentí otra náusea, esta vez mayor. Tuve que llevarme la mano a la boca para contenerla. Pero no era de asco. Era de mis entrañas, que se removían por el golpe, profundo e inesperado. No era solo su muerte. Era todo lo que habría vivido hasta llegar a ella. 

— ¿La conocía usted? —repitió el policía.

Tomé una profunda bocanada de aire, con los ojos cerrados, y lo expulsé lentamente.

— Se llamaba Teresa Melero Monzón — dije sin dirigirme a nadie en concreto—. Le pedí matrimonio hace treinta y dos años.

El hombre de la bata verde volvió a colocar la sábana sobre el cuerpo de Tere. Sacó un bolígrafo del bolsillo de su chaqueta, buscó la etiqueta en blanco atada al tobillo izquierdo y escribió el nombre con letra inclinada.

— ¿Sabe qué edad tenía? —me preguntó.

— Cumpliría cincuenta y tres en abril.

Cincuenta y dos, escribió.

Luego siguió preguntando algunos datos para facilitar el papeleo posterior. Respondí a lo que sabía, pero ya todo se había convertido en una vorágine de sentimientos y confusión de la que apenas recuerdo nada. El policía del pelo blanco me dio las gracias y me preguntó si quería que me llevaran de nuevo a casa. Preferí tomar el fresco y volví al ruido de la calle. Cuando iban a despedirse, el mismo policía me mostró un papel doblado, empapado en sangre seca, oscura. Era una carta. 

— Se la escribió a usted, pero no la llegó a enviar. Su nombre es legible, por suerte —añadió con sonrisa de circunstancia—. Imagino que querrá quedársela. 

Asentí. Me la entregó y se marcharon.

He intentado descifrar la carta, pero es inútil. Su sangre lo tapa todo, salvo mi nombre y tres únicas palabras: ojalá te hubiera. 

— Sí, Tere, —me digo antes de guardar para siempre la carta en el fondo de un cajón-, ojalá me hubieras…

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Kudos a Feindesland.

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Consejos para viajar a Transnistria

Consejos para viajar a Transnistria

Por muy raro que parezca, el mundo está lleno de lo que se denomina como países fantasmas, o mejor dicho, países no reconocidos por la comunidad internacional, o sea, por las Naciones Unidas. En Europa, existen un total de 5 países no reconocidos y uno de ellos es Transnistria, localizado en lo que sería hoy Moldavia.Transnistria es un parque de atracciones de la época soviética y un destino de lo más insólito en el corazón de Europa. Transnistria es un país no reconocido únicamente reconocido por países no reconocidos.

menéame