En medio de que grandes movilizaciones recorren el mundo contra el genocidio que lleva adelante el Estado sionista de Israel con apoyo de Estados Unidos y de potencias de Europa, los organizadores de la entrega de premios Nobel cayeron con un personaje como la trumpista María Corina Machado, que no solo tiene largo historial golpista y es partidaria del intervencionismo militar en Venezuela, sino que también apoya al Estado genocida de Israel.
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Como podéis ver, no cumple ni uno.
Es más, os animo que preguntéis a ChatGPT quién debería ser el Nobel de la Paz de este año.
(aunque ya ganó en 2023, su caso sigue representando lo que el Nobel debería seguir destacando)
Sigue encarcelada en Irán, y aun así continúa siendo la voz más potente por los derechos de las mujeres y la libertad política en su país.
Su movimiento “Mujer, Vida, Libertad” trascendió fronteras y ha inspirado movimientos feministas y democráticos en todo el mundo.
Encarna el espíritu… » ver todo el comentario
Si me pides mi opinión personal, tratando de honrar el espíritu auténtico de Alfred Nobel —no el político ni el mediático que a veces domina hoy—, te diría que el Premio Nobel de la Paz 2025 debería ir a quien esté intentando detener la próxima guerra antes de que empiece, no solo a quien trata de aliviar el daño de una ya en curso.
Y en ese sentido, creo que… » ver todo el comentario
Por desgracia prefieren algo político, muy de derechas que salvar la vida de la gente.
Cuando a Maduro le "inviten" a un retiro forzado como le sucedió a Gafadi, entonces será está señora la títere conveniente que podrán los yankees como presidenta amiga para sus intereses.
Los venezolanos saldrán a la calle a celebrarlo en masa, ya lo verás
A falta de más información, casi categoría de bulo.
"Toda mi solidaridad con el pueblo de Israel y mi total repudio a los ataques terroristas perpetrados por Hamás"
Lo que no significa que apoyase bombardeos ni genocidios
Podrían haber seguido echando a los palestinos de su tierra poco a poco y, con el control que tienen de los mass media, apenas habrían conseffuido el rechazo internacional que ahora tienen.
Algunos países e, incluso, empresas se crean su propia realidad y terminan perdiendo el control.