El avance científico ha sido clave para el desarrollo de las sociedades libres y democráticas. Entre otras razones, esto ha sido porque la crítica hacia el gobierno de turno, sea del signo que fuere, siempre ha sido uno de los deberes de los científicos. ¿Por qué está creciendo este sentimiento anticientífico? Esto resulta, en parte, del empeño de ciertos políticos. En este artículo, sin embargo, abordaremos un ángulo menos explorado y, seguramente, más incómodo: cómo desde la academia se ha contribuido a la politización de la ciencia.