La "hipótesis de la Tierra especial", formulada por Peter Ward y donal Brownlee, plantea la posibilidad de que los humanos estemos solos en el cosmos. Se basa en la premisa de que la vida en nuestro planeta es un rara avis, fruto de una serie de factores condicionantes encadenados: posición en la galaxia, distancia respecto al sol, existencia de gigantes gaseosos, campo magnético, luna grande, agua y desarrollo evolutivo a partir de mutaciones casuales, etc.