Encontré esta esquinita por casualidad, siguiendo el rastro de una noticia de un medio extranjero. Me di de alta, luego de baja, y ya volví para quedarme. Después, no sé muy bien cómo, aparecí en el Notame. Allí hacía calorcito y me quedé. Cuando tuve bronca, tristeza, ira, aburrimiento, sed o necesidad de saber, me acercaba a Menéame, y ahí estaban mis amigos. Gente a la que no conocía, pero de los que sabía más que de mucha gente de mi entorno. Con los años, cogías …