El tridente de la derecha gobernará España y lo sabes

El gobierno de Pedro Sánchez tiene los días contados. Es cuestión de tiempo, la derecha española volverá a gobernar. Ahora cualquier votante español de derechas indignado o no, puede votar al partido político de derechas que más le represente sin tener que taparse la nariz por la corrupción sistémica del PP. Lo más probable es que su voto tenga representación parlamentaria y no se pierda por el camino.

Si ese votante de derechas cree todavía que es mejor malo conocido que bueno por conocer y que es preferible el voto útil para que un partido de derechas sea el más votado, puede votar a Pablo Casado y a su PP aznariano.

Ese votante de derechas puede votar a Albert Rivera y a CIUDADANOS, si se considera más de centro y liberal y no le produce asco un acuerdo electoral con el PSOE títere de la vieja guardia y del IBEX-35. Además, también puede presumir de votar a un partido político que tiene pocos casos de corrupción en comparación con el PP y que está dispuesto a aplicar el artículo 155 sin miramientos, no como “el perdonavidas” de Rajoy.

El votante de la derecha nostálgica del franquismo, el nacional-catolicismo, de la caza, de la tauromaquia, que rechaza abiertamente la inmigración, el feminismo progre, la homosexualidad, el aborto, el estado de las autonomías, el separatismo y el comunismo, dispuesto a la reconquista de España está de enhorabuena. Ya no tendrá que quedarse en casa el día de las elecciones porque le parecía light el PP o se desencantó de CIUDADANOS por sus pactos con PSOE.

Hay una España que es nacionalcatólica, franquista, fascista, facha o como se le quiera llamar y no son cuatro gatos como a algunos les gustaría pensar. La mayoría votaban al PP, echaban de menos al Franquismo y odiaban el comunismo, el separatismo y pagar impuestos al PSOE de Felipe González.

Esa España votaba al PP porque era la única opción de la que disponían pero ahora ya no es así. Para muchos de ellos votar a las Falanges, Ruiz Mateos, España 2000 y otros partidos de ultraderecha minoritarios era un acto baldío, a pesar de ello, daban palmaditas en la espalda con mucho cariño a quien lo hacia. He conocido a más de un votante del PP que simpatizaba con los skin heads neonazis o que hacía chistes sobre como los escuadrones de la muerte mataban a "Meninhos da Rua" en El Brasil.

Algunos dirán que son personas con ideas necias y confusas. El hecho de que adoren el capitalismo y sientan simpatía por el falangismo, que es una ideología anticapitalista, puede parecer de personas ignorantes y poco coherente, pero les advierto que estas personas tienen claro a quienes hay que odiar y exterminar, y de todos esos partidos políticos, VOX es el que menos disimula su empanada mental que lleva ingredientes de liberalismo de mamandurría, neoconservadurismo mamado de Leo Strauss y nacionalcatolicismo tradicional español.

Ojalá VOX fuese un partido político de ultraderecha algo original como el Frente Nacional francés o Amanecer Dorado, más que nada para no bostezar con la misma mierda de siempre. No hay un ápice de populismo en las propuestas de VOX; porque son las mismas que las de los golpistas que iniciaron la guerra civil española en 1936. ¿Dónde está la novedad? Yo no la veo. Eso sí, me divierte ver al PP y CIUDADANOS barajar la posibilidad de alcanzar un acuerdo con un partido político como VOX que ha recibido felicitaciones de varios dirigentes de ultraderecha europea catalogados de fascistas, xenófobos y populistas, pensando que VOX es un partido político de derechas antisistema, cuando el objetivo de VOX es reforzar este sistema, volverlo más autoritario, perpetuarlo...

Santiago Abascal fue dirigente del PP, Albert Rivera fue militante de Nuevas Generaciones (las juventudes del PP) y Pablo Casado es el máximo dirigente del PP. Todos ellos añoran a Aznar y un Partido Popular que ya no despierta pasión entre sus votantes a pesar de los intentos de Pablo Casado por revivirlo. Un exministro de Franco llamado Manuel Fraga fundó ese partido político. Santiago, Albert y Pablo continúan su labor en partidos políticos con distinto nombre pero con un mismo denominador: una derecha con menos complejos por su pasado y que muestra su verdadero rostro sin temor al que dirán.

Esta derecha española es una derecha incapaz de entender al que no piensa como ellos. Por eso, dieron un golpe de estado e iniciaron guerra civil hace décadas. Cuando escucho lo que dicen y observo lo que hacen, recuerdo las palabras de Adolf Hitler: “Sólo puedo combatir por lo que amo, amar sólo lo que respeto, y a lo sumo respetar sólo lo que conozco”.