#3 Dentro de 25 años existirán un par de fabricantes de limusinas blindadas y los demás tendremos que sacar un crédito para pagar una bicicleta eléctrica
#7
Para dictaminar si están o no ilegalmente, tendría que haber un proceso legal con todas las garantías y eso no está sucediendo.
Una de las diferencias básicas entre una democracia y una dictadura es que en una democracia todos tienes derechos civiles y son inquebrantables y aunque cometas una ilegalidad los sigues teniendo. Y solo te pueden arrestar y encarcelar bajo orden judicial y en condiciones legisladas.
#16
Bueno, es que últimamente es muy difícil detectarlo por aquí, especialmente en ciertos temas…
Nunca sabes si es sarcasmo o si hablan en serio. Bueno quiero decir, siguen el guion que tienen y como no son capaces de entender ciertas cosas sueltan auténticas barbaridades.
#55 Y luego están las técnicas subliminares. Por ejemplo poner en la noticia de al lado, algo desagradable, un accidente, muertes, etc.
Aunque no tenga nada que ver tu cerebro acaba asociando la imagen negativa a las dos
#11 No se tragaría absolutamente ninguno, el ideario del PP y de VOX es el mismo, lo que pasa es que el PP disimula… Pero en el fondo está encantado de hacer lo que hace y decir “yo no quería, VOX me obligó”.
#3 Que va…. Lo que esta es liadísimo con derogar el concordato, o puede que sea retirar las injurias a la corona, No, espera… que es lo de las afrentas a los sentimientos religiosos… No mira que me lio, lo que esta es quitando toda financiación publica a la tauromaquia, o puede que este construyendo vivienda social inspirado en lo de Viena.
Y que tenemos en intención de voto?
Partidos verdes, no hay.
Partidos como que disimulo que soy verde. Muchos
Partidos negacionistas. Crecimiento en intención de voto
Esto de las cumbres es un sin vivir, hace años hubo una-no-se-que, en Madrid, salía de una reunión en el centro y en la calle del hotel Palace, sale un policía corriendo como un loco se me planta en medio de la calle y me grita que pare, estuve a un tris de atropellarle. Me subo la visera del casco y le digo que si se ha vuelto loco, que si quiere que nos matemos los dos. El tío se encoje de hombros y dice “es que va a salir el presidente de ( no me acuerdo de que país)
Esa misma semana en Barajas estoy en la sala de embarque y de repente aparece un poli en plan SWAT con chaleco, casco fusil de asalto. Me mira y me pide la documentación, no se la pide a nadie más.
Se la doy y le digo si me ha visto con aspecto de terrorista. Y me contesta: Es que me has mirado. Pues claro que te he mirado, me he cascado un susto de muerte de ver un tío con un fusil de asalto en mitad del puto aeropuerto.
Venga, seguid votando a partidos abiertamente negacionistas del cambio climático, seguid…
Y antes de que venga el “listo” y diga que si ya es tarde, que si China, que si India… Ahora ya no estamos hablando de parar el cambio (eso se debería haber realizado hace décadas). Hora estamos hablando que hay que empezar a ver como demonios convivimos con esto, y eso pasa por dejar de gastar ríos de dinero en chorradas y empezar a adecuar las ciudades y las infraestructuras para el clima extremo que ya tenemos encima.
Y, al mismo tiempo, la idea de que se está en guerra, y por tanto en peligro, hace que la entrega de todo el poder a una reducida casta parezca la condición natural e inevitable para sobrevivir.
Se verá que la guerra no sólo realiza la necesaria distinción, sino que la efectúa de un modo aceptable psicológicamente. En principio, sería muy sencillo derrochar el trabajo sobrante construyendo templos y pirámides, abriendo zanjas y volviéndolas a llenar o incluso produciendo inmensas cantidades de bienes y prendiéndoles fuego. Pero esto sólo daría la base económica y no la emotiva para una sociedad jerarquizada. Lo que interesa no es la moral de las masas, cuya actitud no importa mientras se hallen absorbidas por su trabajo, sino la moral del Partido mismo. Se espera que hasta el más humilde de los miembros del Partido sea competente, laborioso e incluso inteligente -siempre dentro de límites reducidos, claro está-, pero siempre es preciso que sea un fanático ignorante y crédulo en el que prevalezca el miedo, el odio, la adulación y una continua sensación orgiástico de triunfo. En otras palabras, es necesario que ese hombre posea la mentalidad típica de la guerra. No importa que haya o no haya guerra y, ya que no es posible una victoria decisiva, tampoco importa si la guerra va bien o mal. Lo único preciso es que exista un estado de guerra.
1984 George Orwell
Y, al mismo tiempo, la idea de que se está en guerra, y por tanto en peligro, hace que la entrega de todo el poder a una reducida casta parezca la condición natural e inevitable para sobrevivir.
Se verá que la guerra no sólo realiza la necesaria distinción, sino que la efectúa de un modo aceptable psicológicamente. En principio, sería muy sencillo derrochar el trabajo sobrante construyendo templos y pirámides, abriendo zanjas y volviéndolas a llenar o incluso produciendo inmensas cantidades de bienes y prendiéndoles fuego. Pero esto sólo daría la base económica y no la emotiva para una sociedad jerarquizada. Lo que interesa no es la moral de las masas, cuya actitud no importa mientras se hallen absorbidas por su trabajo, sino la moral del Partido mismo. Se espera que hasta el más humilde de los miembros del Partido sea competente, laborioso e incluso inteligente -siempre dentro de límites reducidos, claro está-, pero siempre es preciso que sea un fanático ignorante y crédulo en el que prevalezca el miedo, el odio, la adulación y una continua sensación orgiástico de triunfo. En otras palabras, es necesario que ese hombre posea la mentalidad típica de la guerra. No importa que haya o no haya guerra y, ya que no es posible una victoria decisiva, tampoco importa si la guerra va bien o mal. Lo único preciso es que exista un estado de guerra.
1984 George Orwell
#4 Lo siguiente será que los de siempre forzaran a sacar una ley diciendo que se puede despedir a la gente si la IA detecta que esta estresado pues ha dejado de ser “productivo”.