Qué maravilla de gestión. Arrasan los árboles y luego llaman al empresario amigo para que que ponga unos toldos por la friolera de 1,5 millones de euros y este a su vez subcontrata el trabajo al currela que lo hace por 200.000. El resto va en sobrecitos al portador. Jugada redonda. Y los Madrileños tan felices.
¿Pero qué cojones le pasa por la cabeza al que se le ocurre que es buena idea hacer un documental de este tipo? O un libro, o una estrevista a un delincuente...
Igualmente mi razonamiento se puede extrapolar al resto de plazas y calles con árboles que el PP de Madrid ha arrasado.