La falta de acuerdos parlamentarios estables le pasa factura a Zapatero. Si en julio, el presidente, se vio obligado a comparecer en el Congreso, en un pleno extraordinario, para explicar las medidas que pensaba adoptar para paliar la crisis económica, ahora le puede ocurrir lo mismo con otro asunto que le está complicando la legislatura: la financiación autonómica. Y todo con los presupuestos generales del Estado aún sin negociar.
La pregunta del millón: ¿por qué hay que evitar un pleno sobre la financiación? Una vez que se ha abierto el tema, lo suyo es debatirlo. Y el sitio apropiado es, justamente, el Parlamento.
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La pregunta del millón: ¿por qué hay que evitar un pleno sobre la financiación? Una vez que se ha abierto el tema, lo suyo es debatirlo. Y el sitio apropiado es, justamente, el Parlamento.
Ahora los pactos empezarán a pasar factura.