Hace 16 años | Por Hueso a elpais.com
Publicado hace 16 años por Hueso a elpais.com

Usted tiene 25 años, pero su vida acaba aquí. No tendrá hijos, no tiene porvenir". Sentada, "en bragas y sujetador", en la camilla de la consulta de un eminente especialista en un hospital de Lyón, Clara Blanc escuchó estas palabras rodeada por 15 personas que la habían examinado durante casi tres horas.

Comentarios

u

Es nauseabundo que esta mujer tenga que sufrir un calvario tan sólo porque a unos cuantos obispos y sus seguidores no les dé la gana de permitir que los demás podamos elegir nuestro propio camino.

Wolverine

El tema de la "brutalidad" dialectica de los medicos, no es el fondo de esta noticia. Lo es la certeza de esta mujer de que cuando no sea capaz de poner fin a su vida de una manera digna, en su pais (y en el nuestro) será un delito ayudarla a morir como una persona.

"A veces, tanta estrechez, llamar a las puertas de asociaciones caritativas, es más humillante que la propia enfermedad", comenta Clara Blanc sin un atisbo de tristeza en su voz. "La enfermedad no aflora a ojos de los demás, pero las penurias que paso sí saltan a la vista. Desde luego, yo no tendré nunca los 6.000 euros que cobra Dignitas [asociación suiza] por ayudar al suicidio, por eso necesito una nueva ley en mi país"

g

Realmente cuesta creer el poco tacto que algunos especialistas de la medicina pueden tener... francamente, este doctor me ha recordado al doctor House, solo que con el no me rio.

nebulina

Curar una enfermedad como esa es prácticamente imposible. La solución es la terapia génica y a ello sí se dedica dinero.
Lo que no se puede pretender es imponer la visión de los contrarios a la eutanasia. Los que tienen la misma enfermedad no tienen porqué ser tratados como candidatos a la eutanasia por el simple hecho de que se legalice. Lo único que tendrán es capacidad de decisión real.

nebulina

Se necesita una nueva ley en Francia sí, pero también en España. Y el tema se retrasa, se rehuye...pero lo cierto es que así no se puede seguir.

Pakipallá

Morir, lo que se dice morir, morimos todos ¿no?... pues no entiendo que derecho puede tener un gobierno a impedirte hacer cambios en tu propia agenda, si solo es una cuestión de fechas.

Por mi parte, lo tengo claro... si vivir -por la razón que séa- ya no me mereciera la pena, desde luego no le pediría permiso a nadie: Medio quilo de Valium, un par de botellas de cava para ayudar a bajarlos, y a tomar por...

damocles

Traduciendo esta frase:

"Despenalizar la eutanasia es tirar por la borda 20 años de avances en cuidados paliativos."

A su verdadero significado

"Despenalizar la eutanasia es dañarnos el jugoso negocio de desplumar a la familia con costosas drogas, costosos servicios y como es predecible el comportamiento del paciente (vive mal, pero vive en cama) es simple rutina, pero rutina que nos reporta muchas ganancias monetarias... y hasta el sacerdote vive bien de esto porque vende misas costosas por rezar a una deidad imaginaria que pueda curar al que no tiene ninguna probabilidad"

D

House no hubiera dicho una cosa tan sosa...hubiera dicho algo del tipo "Tengo que darle una mala noticia. Tiene una enfermedad genética incurable que la matará dentro de unos años, pero podra salir de juerga mientras tanto"

nebulina

#8 yo creo que también uno de los grandes problemas (como pasa para la modificación de la ley de interrupción del embarazo) es que parte del sector Médico más influyente tiene unas ideas muy contrarias (por no decir que son Opus y Legionarios de Cristo en una amplia mayoría) a la eutanasia, y el poder suficiente como para acallar las voces que piden un cambio.

D

A mi padre, el medico que operó a mi madre de un cancer de intestino, le dió la noticia de su proxima muerte de una forma tan brutal que él, enfermo del corazón, murió 4 días antes que mi madre.

D

#7 El problema es cuando el propio enfermo no puede suicidarse y tiene que depender de que otra persona le ayude. Está la situación intermedia que se reflejó en Mar Adentro, donde Sampedro se graba bebiendo voluntariamente un veneno que le han dejado. Pero no siempre se puede siquiera hacer esto. Y dejar el veneno aún sigue estando al borde de la legalidad.

Luego, al ayudante le acusan de homicidio, y claro... poca gente quiere ayudar en ese caso.

Smoje

Desde luego, yo en esas situaciones, preferiría morirme en lugar de saber que tendría que estar el resto de mi vida sin poder valerme por mi mismo.

Lo que sí es cierto que hay mucha gente en silla de ruedas que transmite muchas más ganas de vivir que otros que están perfectamente, pero casos como el de Ramón Sampedro, debería estar permitido, yo si estoy a favor de la eutanasia, pero no aplicada a nivel general, cada caso debe ser estudiado previamente para evitar problemas...

D

#18 Suicidarse no es fácil. Mucha gente intenta suicidarse varias veces y no puede, algunos lo intentan y se quedan peor de lo que estaban de por vida (por ejemplo, en estado vegetativo o similar por lesiones cerebrales irreversibles por los medicamentos, falta de riego, etc), otros sufren intensos dolores (como el mismo Sampedro con el cianuro, etc.), o mueren de una manera muy angustiosa. Muchas asociaciones para morir dicen que una manera de hacerlo de manera indolora es con una bolsa en la cabeza, pero leí que es muy angustioso, notar como te axfisias e ir en contra de tu instinto de quitarte la bolsa de la cabeza. Si piensas que es tan fácil quitarse la vida es, afortunadamente, porque nunca te has visto en esa tesitura ni has leído sobre este tema. No es un capricho para tocar las narices a la administración ni mucho menos, hay gente que hace lo imposible para lograr una eutanasia activa en condiciones, con los medicamentos apropiados para no sufrir y que sea lo más rápida posible. Si fuera tan fácil lograr el cóctel de medicamentos apropiados, no habría gente que se suicidaría de maneras horribles, como ahorcado con una cuerda corta (que es una de las más usuales) y provoca dolores horribles durante mucho tiempo y si sale mal, te deja secuelas cerebrales.

D

#12 que exista la opción de la eutanasia NO implica que sea de aplicación obligatoria (porque eso se llama eugenesia y es otra cosa) Así que demagogia barata y cutre, no gracias.

Si cuando se habla de este tema es para pedir el derecho a una muerte que la persona considera digna, y no de paliativos ni de curas es porque ya se hace. Ya se investigan, ya se intentan desarrollar curas, los pacientes ya tienen derecho a una cobertura total de sus necesidades físicas, psíquicas y médicas (=cuidados paliativos) así que demagogia cutre y rancia, tampoco, gracias.

No es que salga más barato matar a la gente, es que cuando un ser querido te implora que no le dejes seguir viviendo así, te das cuenta de que no lo harías con un perro; pero si tienes tal nivel de crueldad con una persona. Así que demagogia estúpida, rancia, cutre, chusca, de patio de colegio y simplista, NO GRACIAS.

D

#18 Por supuesto, si estás postrado en una cama sin poder moverte, te tiras al suelo y haces angeles en la mierda del suelo mientras esperas a morirte de hambre no?

D

Supongo que este especialista será del tipo de profesional que actúa de forma mecánica, sin importarle que quién tiene enfrente es vulnerable (como todo ser humano) y se le puede hacer daño fácilmente. ¡Eutanasia, si!

xtiff

Que gran necesidad tenemos de una ley para ésto!

GRB

Por todo lo que ha se escrito hasta aquí es que puse este texto en #2. El escritor, una de las mejores figuras de la medicina argentina, llama nada más ni nada menos que a quitarse las falsas caras o disfraces ideológicos respecto a la medicina. Dice en su texto que comenzará por él mismo (él matará al Dr. House que está latente en su mente). Eso es muy bueno, porque la cura para esta sociedad debe nacer desde dentro de cada uno de nosotros. No se puede "tener un discurso coherente para cada ocasión", de eso se encargan los políticos. Lo que debemos hacer cada uno de nosotros es eliminar los fantasmas mentales que nos han alojado en el cerebro desde niños y re-pensarnos. Todas las opiniones hasta aquí vertidas son válidas y dignas de ser tenidas en cuenta para una discusión formal. Cómo me gustaría que los 21 amigos que han opinado hasta aquí fueran legisladores y estuvieran discutiendo este tema. Eso sí que estaría bueno. Cuando los médicos nos humanicemos en serio recién estaremos en condiciones de asesorar a los que redactan las leyes y a los que las hacen cumplir. Hasta entonces, la Medicina estará en deuda con gente como Clara Blanc.

enak

#28 Los auxiliares y enfermeros(englobo genero masculino y femenino)generalmente están más pendientes de los pacientes y de cómo se encuentren que los médicos, viven más esas situaciones y no por ello las "desnaturalizan", simplemente se acostumbran al hecho de verlo día a día e intentan que los pacientes se sientan bien. Simplemente diciendo cuatro tonterias a alguien que está enfermo lo vas animar. No entiendo a los médicos secos y bordes que parece que nada va con ellos.

D

No se puede llamar eutanasia a lo que sería suicidio asistido, está la diferencia de la capacidad del enfermo en acabar con su vida.
Si algún día cambian la ley pos bienvenido sea, La elección de tu muerte también es un derecho, pero que no quiera hacerlo el estado no te impide meterse 2 cajas de tranquilizantes o anestésicos que tiene en casa, ahí entra tu libre albedrío. Cosa que perdió un enfermo impedido para ello y que no paso por un estado degenerativo hasta llegar a ese punto.
Que se legalice la eutanasia no significa que se pueda aplicar en éstes casos, son debates paralelos, no iguales.

D

¡¡Tonterias!! Si fuera yo, dedico mi vida 24 horas al estudio de mi propia enfermedad, pero nunca me rindo.
Nada es imposible, por mucho que te digan "es incurable" no hay que echarse atrás

Las personas que ya no puedan seguir adelante porque no se puede, si... se les debe permitir el suicidio. Vivir para nada, vivir para que te cuiden, no debe ser lo que quiera una persona.

JFL

Los médicos tienen a aislarse de las situaciones terribles de las que son partícipes u observadores a partir de 'desnaturalizarlas'. Siempre he pensado que tiene que ser terrible vivir situaciones como estas día tras día...

enak

#21 La película "El aceite de Lorenzo" está bien, pero ni todo el mundo tiene los medios, ni todo el mundo tiene el dinero.
Si no se invierte en investigación en las Universidades poco se avanza, sumale lo que tarda algo desde que se descubre hasta llegar al paciente medio, más las empresas de farmaceuticos, sus patentes y sus precios.

Si no hay cura actual y ni siquierea investigaciones activas sobre tu enefermedad y te dicen que vas a morir poco a poco y cada vez con más dolor, pues... es para pensarse seriamente el quitarte la vida mientras puedas.

#22 A muchos médicos deberían darles clases de educación, respeto y aprender a utilizar la empatía.

D

No es solo una cuestión religiosa. Hay gente con la misma enfermedad que no quiere ser tratada como "candidatos a la eutanasia".

También me hace gracia que siempre que aparecen estas noticias sea para pedir el derecho a la eutanasia y nunca para pedir mas fondos para investigar curas o paliativos para estas enfermedades.

Por supuesto nos sale mas barato matar a esta gente que invertir en la búsqueda de una cura, pero ese punto de vista me parece inhumano.

J

Lo absurdo de esto es que quienes piden la "muerte asistida" no piden que se les permita morirse, algo que si uno realmente lo desea es inevitable (pegandose un tiro, saltando por un balcon, echandose a la via del metro, etc), sino que pretenden que les liquide el estado con sus funcionarios, sus papeleos y demas parafernalia. Nos hemos acostumbrado tanto a que el estado nos "cuide" que ya hasta para plamarla le pedimos ayuda. Lo dicho, si alguien quiere morirse no hay mayor problema, como demuestra el caso de la señora con el cancer en la cara, que se apañó sola con un tarro de pastillas. Esta señora me merece todo el respeto del mundo, el mismo que no me merecen los palizas que se pasan la vida dando el coñazo con eso de morir a cargo de la Seguridad Social.

GRB

Tema muy bravo. Os dejo esta entrada de www.intramed.net, para pensar:

"Despierte Dr. House, he venido a matarlo...

(Identificación y rechazo sobre una extraordinaria serie de TV.)

Muchas son las transformaciones que la figura del médico ha sufrido en las ficciones televisivas a lo largo del tiempo. Desde el personaje autista y sobrio de Ben Casey al incontinente y cínico Dr. House. La TV ha continuado con un viejo tópico de la literatura y más tarde del cine. El médico como arquetipo de un ser que reúne el conocimiento y la sensibilidad. Techné y medeos para los antiguos griegos. Es decir: la capacidad de identificar las causas del padecimiento, curar sus huellas en el cuerpo y sanar el alma del individuo que lo sufre. Brujo, chamán o científico, el médico -o como quiera que se lo llame- ha sido una figura infaltable en todas las civilizaciones. Pero el Dr. House es diferente. ..

Más allá de las extraordinarias virtudes narrativas visuales y del guión de esta serie extraordinaria -y que no estoy capacitado para comentar- el personaje encarna muchas de las cosas de las que, empecinadamente, los médicos de hoy nos negamos a hablar.

Elogio del "Narcinismo":

El cínico, en la cultura griega, se diferenciaba de los demás por su desvergüenza radical, por adoptar modos de vida que escandalizaban a su sociedad, por predicar la autosuficiencia, la libertad de palabra y sentirse liberado de cualquier obediencia a las instituciones, convenciones o leyes. Un cínico se esmeraba en disolver las máscaras sociales y denunciar su falsedad. También Freud advertía que en el humor cínico se halla un elemento de verdad que no podía ser dicho de otra forma más que disfrazado. Así se nos hace más tolerable el enfrentamiento con una verdad insoportable. Pero sobre todo un cínico era alguien que no podía no decir la verdad y, tal vez, esta característica era la que los hacía insoportables.

Se cuenta que Diógenes, fue interpelado por un funcionario quien le dijo: "Si aceptaras la autoridad del rey no te verías obligado a comer lentejas". A lo que él respondió: "Si comieras lentejas no te verías obligado a aceptar la autoridad del rey". Cuestión de valores ¿no?

Nada hay menos tolerable que las verdades que nos resistimos a escuchar. ¿Cuáles serán entonces aquellas que los médicos no queremos conocer?

Nadie que pueda mirarse a sí mismo podrá negar que, bajo la apariencia de una identidad estable, todos albergamos nuestros propios demonios. El Dr. House, liberado del esfuerzo para ocultarlos, pone sus pensamientos más oscuros en palabras y en actos. Es un cínico, pero a diferencia de otros no tiene ningún inconveniente en exhibirlo. Ejerce el "narcinismo" como una forma de vida.

Dice el Dr. House:
"Todos los pacientes mienten", "no existen adolescentes sinceros ni matrimonios fieles"

En tiempos de "acoso al médico" y de litigiosidad exasperada no resulta infrecuente que se perciba a los enfermos como enemigos potenciales. Cuando la demanda es insaciable, los recursos inapropiados y las eventuales soluciones permanecen ajenas a nuestra esfera de control sólo quedan el camino de la ironía cínica o del burnout. Es posible que el Dr. House haya optado por ambos.

Elogio de la dificultad:

No es raro que un médico se sienta atraído por los casos complejos. La recompensa personal ante un diagnóstico infrecuente es tentadora e irresistible. Existe una pulsión por las patologías exóticas. A todos nos gustan las vasculitis, la sarcoidosis o los errores genéticos del metabolismo. El pobre Dr. House sólo se ocupa de ellos porque ignora que la profesión también ofrece la posibilidad de otras recompensas. Sólo le interesa la "verdad" desnuda y sin atributos ya que está impedido de acceder a la gratitud, la empatía o el contacto especular con el otro. Cree que la verdad existe y que es independiente de lo que ella produce en las personas. Es objetivo y racional. En general acierta en sus diagnósticos. Y eso es muy bueno, pero también es muy ingenuo.

Dr. House a un paciente:
".¿Usted que preferiría un médico que lo tome la mano mientras se muere o uno que lo ignore mientras mejora? Aunque yo creo que lo peor sería uno que te ignore mientras te mueres."

Esas ficciones que el Dr. House intenta deslindar para alcanzar lo real sin intermediarios no son menos verdaderas que sus diagnósticos exquisitos pero, claro, son más complejas y se resisten a los algoritmos. Eso que "ensucia" el diagnóstico con emociones y sentimientos no admite la indiferencia y no puede ocultarse incluso con altas dosis de Vicodin.

El procedimiento de diagnóstico que se muestra en cada capítulo es un ejemplo perfecto del modo de razonamiento médico. Descrito hace muchos años por Voltarie, novelado magistralmente por Connan Doyle en Sherlok Holmes y formalizado por el lógico Charles Sanders Pierce, este mecanismo denominado abducción lo empleamos a diario en las salas del hospital, incluso cuando no sepamos que existe. El diagnóstico como enigma o acertijo impone una serie de reglas de composición que configuran un modo específico de pensar. Es una experiencia fantástica verlo en cada episodio y tomar conciencia de nuestros propios itinerarios cognitivos. Un ejemplo de televisión pedagógica. Una rara ocasión en que el espectador se siente interpelado en su inteligencia y no en su estupidez.

La abducción (opuesta a la deducción y la inducción) es el proceso mediante el cual generamos hipótesis para dar cuenta de aquellos hechos que nos sorprenden. Es un tipo de inferencia que se caracteriza por su probabilidad: la conclusión que se alcanza es siempre conjetural, es sólo probable, pero el investigador la considera del todo plausible. Dice Pierce: "La Abducción es aquella clase de operación que sugiere un enunciado que no está en modo alguno contenido en los datos de los que procede. Hay un nombre más familiar para ella que el de abducción, pues no es ni más ni menos que adivinar (guessing)".

Cada vez que el Dr. House enumera un listado de síntomas y signos en busca de una hipótesis plausible que los englobe y los justifique emplea la abducción como forma de razonamiento. En la serie existen una cantidad de señales -no siempre explícitas- que remiten a Sherlok Holmes, un experto en la aplicación de la abducción para resolver sus casos policiales.

El Dr. House y yo:

Nada impide a un médico espectador admirar los razonamientos clínicos y la construcción de hipótesis o la resolución de dilemas de diagnóstico y, simultáneamente, rechazar la forma impersonal y pedante con que esa habilidad se aplica como un poder despótico sobre los demás.

Podríamos escribir en la pizarra del Dr. House sus propios síntomas:

a.. Despersonalización
b.. Indiferencia emocional
c.. Aislamiento
d.. Cinismo
e.. Distanciamiento emocional con los pacientes
f.. Adicción a fármacos
g.. Imposibilidad de sostener relaciones personales afectivas
Apliquemos sobre ellos su propia medicina -el razonamiento abductivo- y obtendremos el diagnóstico del Síndrome de Desgaste Profesional o de Burnout. Pobre Dr. House, es brillante, pero está enfermo.

Es posible que los rastros de algunas situaciones que el Dr. House actúa sin inhibiciones, cada uno de nosotros las reprima y esconda en algún misterioso lugar. Hay un Dr. House adentro nuestro. Un médico harto del abuso de la burocracia, de la demanda exasperada y sin límites, de la mentira y el ocultamiento, del poder de una autoridad sin calificación para ejercerla, de una exigencia de calidad mientras se restringen las herramientas que la harían posible. ¿Quién no ha soñado ser el Dr. House ante los burócratas y administradores? ¿O ante la demanda imperativa, el atropello y la falta de respeto, ante la agresión o el abuso? ¿Quién de nosotros no ha roto las reglas y los protocolos y se ha sentido momentáneamente feliz por ello?

Alguna vez he caminado los pasillos de mi hospital y me pareció reconocer a cada uno de los personajes de la serie. Una verdadera lástima, los identifiqué a todos, excepto a las poderosas nalgas de la Dra. Cuddy que era lo único que me hubiese gustado encontrar.

Aceptar que la práctica de la Medicina no sólo incluye un ejercicio de la razón objetiva sino que es únicamente ese ejercicio resulta peligroso para pacientes y médicos. Es insuficiente para los primeros y es un agente de enfermedad y padecimiento para los segundos. Convertirnos en Dr. House puede ser un deseo transitorio, una fantasía compensatoria. Transformarlo en una forma establecida de ser en la Medicina aniquilaría los motivos básicos por los que esta profesión existe y los sueños adolescentes que nos llevaron a elegirla.

Lo he pensado mucho. Cada vez que me identifico con House ante la pantalla de TV y luego me siento culpable. No quiero ser un Dr. House, pero a veces dudo si podré evitarlo. Me falta su inteligencia superior, pero creo que me desbordan sus mismos motivos. Un Dr. House duerme escondido en mi cabeza y cuando despierta me hace más miserable. Pero no se lo permitiré más. Esta noche me pararé ante el espejo, le golpearé el hombro con su bastón de madera y, cuando despierte, no le daré tiempo a que hable con su lengua cargada de ironía. Lo miraré a los ojos y le diré: "Despierte Dr. House, he venido a matarlo".

Dr. Daniel Flichtentrei"