Hace 10 años | Por Alexxx a ccaa.elpais.com
Publicado hace 10 años por Alexxx a ccaa.elpais.com

Valencia se presenta a sus turistas con la cara lavada, pero a sus vecinos es la suciedad del resto del cuerpo lo que importa. Un paseo por el Marítimo o por la Plaza del Ayuntamiento revela una ciudad limpia. Pero basta con entrar en las calles adyacentes para notar lo obvio: andar por ellas se convierte en una aventura en la que uno tiene que esquivar los excrementos de perros, apartarse las moscas y taparse la nariz. Las calles están sucias. Y huelen mal.

Comentarios

Kantinero

Esto no es ni más ni menos que el nacimiento de un futuro ghetto...

Dentro de unos años cuando sean multitud los mismos que ahora colaboran a crearlo por pasividad y políticas destinadas a los más ricos, dirán que la culpa es del Zapatero de turno