Antes de morir -y quedar en ambos casos sin descendencia directa- los grandes comerciantes y banqueros valencianos de la segunda mitad del siglo XIX José Campo, marqués de Campo, y Juan Bautista Romero, marqués de San Juan, fundaron cada uno de ellos un asilo destinado a la acogida y educación de niños sin recursos. Así lo dejaron registrado en los estatutos de ambas entidades. Así lo encomendaron a los encargados de hacer cumplir la encomienda. Y así ha sido hasta finales del siglo pasado.  
      | 
 etiquetas:  universidad catolica de valencia ,   edificios ,   fundadores ,   niños pobres