Un análisis perplejo y extremadamente crítico del uso que la extrema derecha política y mediática estadounidense ha hecho del discurso de Obama a los escolares del país. Comentarios que no resisten las comparativas con anteriores presidentes republicanos que hicieron lo mismo, y un final demoledor. Traducido en comentario 1.
UNA TORMENTA PERFECTA DE IMBECILIDAD
Por Joe Conason, columnista asociado
11 septiembre 2009
El salvaje furor creado en torno al discurso del Presidente Obama a los escolares de la nación plantea muchas preguntas, pero solo hay una importante: ¿Cómo es que América ha rendido su discurso político (por no hablar del mediático) a los elementos más inestables y menos razonables de la extrema derecha?
No hace tantos años, nadie se habría imaginado que un anodino discurso presidencial a jóvenes estudiantes, pidiéndoles que no abandonaran la escuela, estudiaran mucho y cultivaran sus aspiraciones, podría engendrar una violenta controversia nacional.
Nadie habría creído que un asunto tan ordinario podría incitar sospechas en una parte significativa de la población de que el presidente podría estar “adoctrinando” a sus hijos en una “ideología socialista”, o de que el destino de la república depende de que los padres mantuvieran sus inocentes oídos lejos de las clases, no sea que oigan sus palabras. Y nadie habría creído la ola de paranoia resultante, realimentada por las tertulias radiofónicas y televisivas, podría llegar a acaparar la atención del público, cuando hay problemas reales que demandan acción.
Cuando el primer presidente afroamericano de la nación propone estimular a los niños, en particular a los que le tienen como modelo, a actuar inteligentemente y evitar conductas autodestructivas, deberíamos esperar que liberales y conservadores todos le aplaudieran. Especialmente los conservadores deberían aplaudir muy fuerte, ya que con tanta frecuencia se han lamentado la barrera que supone la cultura entre los estudiantes pobres y pertenecientes a minorías.
Entonces, ¿por qué los ídolos de la derecha, especialmente Glenn Beck, de Fox News, en vez de eso aprovecharon el momento para para impulsar la ira y el miedo de los padres republicanos, diciendo que el presidente intenta dañar a sus hijos? ¿Por qué muchos líderes republicanos, especialmente el portavoz del partido en Florida, se hicieron eco de esa locura? (¿Y por qué ningún padre tiene que seguir el consejo de Beck, un alcohólico en rehabilitación que abandonó la universidad?).
Mientras muchos críticos de Obama se presentan como “libertarios” que desconfían de cualquier mensaje del Gran Hermano de Washington, ese sano escepticismo no puede ser el motivo de la actual protesta, porque dos de los tres últimos presidentes republicanos también se dirigieron a los escolares del país sin provocar ninguna reacción en absoluto.
En el otoño de 1991, el presidente Bush padre dio un discurso en un aula que fue retransmitido por la televisión pública, y NBC radio. La cobertura fue organizada por el ministerio de educación y dio lugar a alguna gruñona protesta de los demócratas en el congreso, que fue convenientemente tenida en cuenta pero mayoritariamente ignorada por la prensa.
“Gracias por permitirme venir a este aula a hablar a estos estudiantes” dijo educadamente Bush al profesor que hacía de anfitrión “y a los millones en las aulas de todo el país”. Continuó diciéndole a su audiencia: “haced que los profesores trabajen duro. Decidles que estáis aquí para aprender. Parad a los chicos que dicen que no mola ser listo. No puedo entender qué tiene de bueno en la vida ser idiota”.
Su predecesor, Ronald Reagan, se dirigió a los estudiantes al menos en dos ocasiones. Una en una transmisión en 1988, y en una sesión con estudiantes en la Casa Blanca en 1986. En ambos casos, aprovechó la ocasión para promocionar sus propias políticas, con particular atención a la reducción de impuestos, y su “visión de la libertad económica”. De hecho, el contenido era enteramente político, si no directamente partidista. Hizo exactamente lo que a Obama se le ha acusado (equivocadamente) de hacer. Pero el mensaje le gustaba a los conservadores, así que no les pareció “adoctrinamiento” a costa del erario público.
La ironía de esta tempestad de imbecilidad es que los mismos vociferantes que constantemente difaman e injurian a Obama nos decían, no hace tanto, que criticar al comandante en jefe en tiempos de guerra era equivalente a traición. Pero claro, son patriotas de conveniencia política, sin más fidelidad que su propio poder y su ideología extremista.
UNA TORMENTA PERFECTA DE IMBECILIDAD
Por Joe Conason, columnista asociado
11 septiembre 2009
El salvaje furor creado en torno al discurso del Presidente Obama a los escolares de la nación plantea muchas preguntas, pero solo hay una importante: ¿Cómo es que América ha rendido su discurso político (por no hablar del mediático) a los elementos más inestables y menos razonables de la extrema derecha?
No hace tantos años, nadie se habría imaginado que un anodino discurso presidencial a jóvenes estudiantes, pidiéndoles que no abandonaran la escuela, estudiaran mucho y cultivaran sus aspiraciones, podría engendrar una violenta controversia nacional.
Nadie habría creído que un asunto tan ordinario podría incitar sospechas en una parte significativa de la población de que el presidente podría estar “adoctrinando” a sus hijos en una “ideología socialista”, o de que el destino de la república depende de que los padres mantuvieran sus inocentes oídos lejos de las clases, no sea que oigan sus palabras. Y nadie habría creído la ola de paranoia resultante, realimentada por las tertulias radiofónicas y televisivas, podría llegar a acaparar la atención del público, cuando hay problemas reales que demandan acción.
Cuando el primer presidente afroamericano de la nación propone estimular a los niños, en particular a los que le tienen como modelo, a actuar inteligentemente y evitar conductas autodestructivas, deberíamos esperar que liberales y conservadores todos le aplaudieran. Especialmente los conservadores deberían aplaudir muy fuerte, ya que con tanta frecuencia se han lamentado la barrera que supone la cultura entre los estudiantes pobres y pertenecientes a minorías.
Entonces, ¿por qué los ídolos de la derecha, especialmente Glenn Beck, de Fox News, en vez de eso aprovecharon el momento para para impulsar la ira y el miedo de los padres republicanos, diciendo que el presidente intenta dañar a sus hijos? ¿Por qué muchos líderes republicanos, especialmente el portavoz del partido en Florida, se hicieron eco de esa locura? (¿Y por qué ningún padre tiene que seguir el consejo de Beck, un alcohólico en rehabilitación que abandonó la universidad?).
Mientras muchos críticos de Obama se presentan como “libertarios” que desconfían de cualquier mensaje del Gran Hermano de Washington, ese sano escepticismo no puede ser el motivo de la actual protesta, porque dos de los tres últimos presidentes republicanos también se dirigieron a los escolares del país sin provocar ninguna reacción en absoluto.
En el otoño de 1991, el presidente Bush padre dio un discurso en un aula que fue retransmitido por la televisión pública, y NBC radio. La cobertura fue organizada por el ministerio de educación y dio lugar a alguna gruñona protesta de los demócratas en el congreso, que fue convenientemente tenida en cuenta pero mayoritariamente ignorada por la prensa.
“Gracias por permitirme venir a este aula a hablar a estos estudiantes” dijo educadamente Bush al profesor que hacía de anfitrión “y a los millones en las aulas de todo el país”. Continuó diciéndole a su audiencia: “haced que los profesores trabajen duro. Decidles que estáis aquí para aprender. Parad a los chicos que dicen que no mola ser listo. No puedo entender qué tiene de bueno en la vida ser idiota”.
Su predecesor, Ronald Reagan, se dirigió a los estudiantes al menos en dos ocasiones. Una en una transmisión en 1988, y en una sesión con estudiantes en la Casa Blanca en 1986. En ambos casos, aprovechó la ocasión para promocionar sus propias políticas, con particular atención a la reducción de impuestos, y su “visión de la libertad económica”. De hecho, el contenido era enteramente político, si no directamente partidista. Hizo exactamente lo que a Obama se le ha acusado (equivocadamente) de hacer. Pero el mensaje le gustaba a los conservadores, así que no les pareció “adoctrinamiento” a costa del erario público.
La ironía de esta tempestad de imbecilidad es que los mismos vociferantes que constantemente difaman e injurian a Obama nos decían, no hace tanto, que criticar al comandante en jefe en tiempos de guerra era equivalente a traición. Pero claro, son patriotas de conveniencia política, sin más fidelidad que su propio poder y su ideología extremista.
Recordemos qué estaba haciendo GW Bush cuando le comunicaron hace hoy justo 8 años la fatídica noticia. Estaba leyendo "Mi mascota, la cabra" en un colegio y hablando con los niños. La cara que puso sí que fue trágica.
#5 Para mí es cuestión de grados y contextos. Para nada es socialista, pero en comparación con los precedentes y con lo que le rodea (perfectamente retratado en este artículo), pues...
El punto es que muchos estadounidenses no soportan tener un presidente afroamericano y para colmo con ideología socialista. Simplemente no lo soportan.
#4 ¿Socialista? Pero que equivocados estáis o cuánto os engañan. Es el presidente de USA, no lo olvidéis. en lo esencial, tras bastante tiempo de mandato no ha cambiado nada. Irak, Afganistan, guantánamo (igual) y bases en sudamerica.
En un momento crítico de imagen de USA, por la mala administración de Bush, los asesores que de verdad mandan allí y en todas partes tuvieron una idea genial. Vamos a darle al mundo un ejercicio de prestidigitador, vamos a darle, sobre todo a Europa y al mundo árabe lo que le gusta: un hombre de una minoría étnica (que está de moda), con raices árabes y que, desde lejos, coquetee con ideas progresistas.
Y salió bien y, haga lo que haga, diga lo que diga (aunque sean burradas como su visión de al-ándalus) se ensalza y se aplaude. Pero la esencia es la misma.
A Bush padre también lo machacaron por hablar a los estudiantes. Y parece que para cierta gente "la derecha" son un grupito de políticos, de bloggers y locutores de radio. Otra absurda y artificial polémica creada por los Mass Media para hacer creer que solo la ultraderecha se opone a Obama. Hace un mes convirtieron en conservador al socialista Lyndon LaRouche por su foto de Obama con el bigote de Hitler. Me espero cualquier cosa.
Comentarios
TRADUCCION DEL ARTICULO
UNA TORMENTA PERFECTA DE IMBECILIDAD
Por Joe Conason, columnista asociado
11 septiembre 2009
El salvaje furor creado en torno al discurso del Presidente Obama a los escolares de la nación plantea muchas preguntas, pero solo hay una importante: ¿Cómo es que América ha rendido su discurso político (por no hablar del mediático) a los elementos más inestables y menos razonables de la extrema derecha?
No hace tantos años, nadie se habría imaginado que un anodino discurso presidencial a jóvenes estudiantes, pidiéndoles que no abandonaran la escuela, estudiaran mucho y cultivaran sus aspiraciones, podría engendrar una violenta controversia nacional.
Nadie habría creído que un asunto tan ordinario podría incitar sospechas en una parte significativa de la población de que el presidente podría estar “adoctrinando” a sus hijos en una “ideología socialista”, o de que el destino de la república depende de que los padres mantuvieran sus inocentes oídos lejos de las clases, no sea que oigan sus palabras. Y nadie habría creído la ola de paranoia resultante, realimentada por las tertulias radiofónicas y televisivas, podría llegar a acaparar la atención del público, cuando hay problemas reales que demandan acción.
Cuando el primer presidente afroamericano de la nación propone estimular a los niños, en particular a los que le tienen como modelo, a actuar inteligentemente y evitar conductas autodestructivas, deberíamos esperar que liberales y conservadores todos le aplaudieran. Especialmente los conservadores deberían aplaudir muy fuerte, ya que con tanta frecuencia se han lamentado la barrera que supone la cultura entre los estudiantes pobres y pertenecientes a minorías.
Entonces, ¿por qué los ídolos de la derecha, especialmente Glenn Beck, de Fox News, en vez de eso aprovecharon el momento para para impulsar la ira y el miedo de los padres republicanos, diciendo que el presidente intenta dañar a sus hijos? ¿Por qué muchos líderes republicanos, especialmente el portavoz del partido en Florida, se hicieron eco de esa locura? (¿Y por qué ningún padre tiene que seguir el consejo de Beck, un alcohólico en rehabilitación que abandonó la universidad?).
Mientras muchos críticos de Obama se presentan como “libertarios” que desconfían de cualquier mensaje del Gran Hermano de Washington, ese sano escepticismo no puede ser el motivo de la actual protesta, porque dos de los tres últimos presidentes republicanos también se dirigieron a los escolares del país sin provocar ninguna reacción en absoluto.
En el otoño de 1991, el presidente Bush padre dio un discurso en un aula que fue retransmitido por la televisión pública, y NBC radio. La cobertura fue organizada por el ministerio de educación y dio lugar a alguna gruñona protesta de los demócratas en el congreso, que fue convenientemente tenida en cuenta pero mayoritariamente ignorada por la prensa.
“Gracias por permitirme venir a este aula a hablar a estos estudiantes” dijo educadamente Bush al profesor que hacía de anfitrión “y a los millones en las aulas de todo el país”. Continuó diciéndole a su audiencia: “haced que los profesores trabajen duro. Decidles que estáis aquí para aprender. Parad a los chicos que dicen que no mola ser listo. No puedo entender qué tiene de bueno en la vida ser idiota”.
Su predecesor, Ronald Reagan, se dirigió a los estudiantes al menos en dos ocasiones. Una en una transmisión en 1988, y en una sesión con estudiantes en la Casa Blanca en 1986. En ambos casos, aprovechó la ocasión para promocionar sus propias políticas, con particular atención a la reducción de impuestos, y su “visión de la libertad económica”. De hecho, el contenido era enteramente político, si no directamente partidista. Hizo exactamente lo que a Obama se le ha acusado (equivocadamente) de hacer. Pero el mensaje le gustaba a los conservadores, así que no les pareció “adoctrinamiento” a costa del erario público.
La ironía de esta tempestad de imbecilidad es que los mismos vociferantes que constantemente difaman e injurian a Obama nos decían, no hace tanto, que criticar al comandante en jefe en tiempos de guerra era equivalente a traición. Pero claro, son patriotas de conveniencia política, sin más fidelidad que su propio poder y su ideología extremista.
Muchísimas gracias #1
Recordemos qué estaba haciendo GW Bush cuando le comunicaron hace hoy justo 8 años la fatídica noticia. Estaba leyendo "Mi mascota, la cabra" en un colegio y hablando con los niños. La cara que puso sí que fue trágica.
Al final, la extrema derecha dice y hace las mismas imbecilidades en todos lados.
#5 En USA a ser razonable le llaman ser socialista.
#5 Para mí es cuestión de grados y contextos. Para nada es socialista, pero en comparación con los precedentes y con lo que le rodea (perfectamente retratado en este artículo), pues...
El punto es que muchos estadounidenses no soportan tener un presidente afroamericano y para colmo con ideología socialista. Simplemente no lo soportan.
#4 ¿Socialista? Pero que equivocados estáis o cuánto os engañan. Es el presidente de USA, no lo olvidéis. en lo esencial, tras bastante tiempo de mandato no ha cambiado nada. Irak, Afganistan, guantánamo (igual) y bases en sudamerica.
En un momento crítico de imagen de USA, por la mala administración de Bush, los asesores que de verdad mandan allí y en todas partes tuvieron una idea genial. Vamos a darle al mundo un ejercicio de prestidigitador, vamos a darle, sobre todo a Europa y al mundo árabe lo que le gusta: un hombre de una minoría étnica (que está de moda), con raices árabes y que, desde lejos, coquetee con ideas progresistas.
Y salió bien y, haga lo que haga, diga lo que diga (aunque sean burradas como su visión de al-ándalus) se ensalza y se aplaude. Pero la esencia es la misma.
Cortina rasgada. Esa cortina que no dejan traspasar, pero que ya se toca.
El control y el poder no quieren que existan fisuras.
A Bush padre también lo machacaron por hablar a los estudiantes. Y parece que para cierta gente "la derecha" son un grupito de políticos, de bloggers y locutores de radio. Otra absurda y artificial polémica creada por los Mass Media para hacer creer que solo la ultraderecha se opone a Obama. Hace un mes convirtieron en conservador al socialista Lyndon LaRouche por su foto de Obama con el bigote de Hitler. Me espero cualquier cosa.