Publicado hace 12 años por Ratoncolorao a blogs.lainformacion.com

La Teoría del Valle Inquietante dicta que los robots que se parecen demasiado a los humanos nos producen un rechazo innato. Y no nos estamos refiriendo al terrorífico último trabajo de Michael Bay. Estos ejemplos son reales, y dan bastante más grimita: ingeniería humana puesta a punto para innovar y (ya puestos) alarmar a los sentidos. Desde el niño gigante blanco hasta la serpiente articulada opera-corazones. Estos robots demuestran que lo práctico no tiene por qué estar reñido con lo inquietante.

Comentarios

D

Me quedo con la cucaracha a control remoto: las posibilidades son infinitas

rumplestilskin77

para cuando un top 10 de los mejores top 10