Tiger camina junto a su novia, Lindsey Vonn, poco después de que la esquiadora, cuatro veces campeona del mundo, se haya vuelto a imponer en una alta competición. Ella acaba de cumplir treinta años y él está a un paso de los cuarenta. Junto a la pareja, como siempre, hay un séquito de amigos, agentes, periodistas y patrocinadores que les acompañan por la nieve camino del podio. De repente, uno de los cámaras se da cuenta de que a Woods le falta un diente y enfoca intentando volver a encontrar el hueco que queda en la boca cerrada y prieta...
Recopilatorio de un tipo que lo fue todo. Destaco: Hubo un día en el que entrar en un torneo que disputara Tiger Woods suponía luchar por acabar segundo. Un día que duró trece años. Puede que Tiger nunca alcance a Nicklaus —no lo hará, eso denlo por hecho— pero esto no son los sesenta ni los setenta pero -y como sigue- la bestial profesionalización del golf hace que los 60-70s no vuelvan nunca y ser numero uno ahora (hasta hace nada) sí es algo que no se repetirá
Mi aplauso como golfista y mi decepción por como ha acabado (no por mi, sino por el mismo)
Desde luego que tanto la historia de Tiger como la de Andre Agassi con sus padres no tienen desperdicio. Y esto nos llevaría a la eterna pregunta ¿realmente merece la pena?
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Recopilatorio de un tipo que lo fue todo. Destaco:
Hubo un día en el que entrar en un torneo que disputara Tiger Woods suponía luchar por acabar segundo. Un día que duró trece años. Puede que Tiger nunca alcance a Nicklaus —no lo hará, eso denlo por hecho— pero esto no son los sesenta ni los setenta pero -y como sigue- la bestial profesionalización del golf hace que los 60-70s no vuelvan nunca y ser numero uno ahora (hasta hace nada) sí es algo que no se repetirá
Mi aplauso como golfista y mi decepción por como ha acabado (no por mi, sino por el mismo)
El deporte de alta competición destroza a las personas
Desde luego que tanto la historia de Tiger como la de Andre Agassi con sus padres no tienen desperdicio. Y esto nos llevaría a la eterna pregunta ¿realmente merece la pena?