Cero sorpresas. Putin representa el iliberalismo (posfascismo) a la perfección, como lo hace Netanyahu en Israel o Trump en los USA o Ayuso en la CAM. Para esta gentuza, la defensa de los DDHH es ideología, el cambio climático una histeria de los ecologistas rojos y la justicia social algo abyecto y comunista que va en contra de la libertad. Y por supuesto, la religión y la política son indistinguibles.
Si es que no pueden ser más garrulos.