El Ayuntamiento de Nueva Orleáns votó unánimemente para seguir adelante con la demolición de 4.500 unidades de vivienda pública. Este plan implicará la eliminación de los cuatro complejos de viviendas, uno de los más grandes del Estado y su reemplazo con viviendas para familias de más ingresos. El jueves, se le negó el ingreso a cientos de personas que pretendían asistir a la reunión del Ayuntamiento. Algunos manifestantes fueron dispersados con gas pimienta y pistolas de choques eléctricos.
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