Las prácticas evidenciadas en los 'Pandora' y los 'Panamá Papers' corresponden a uno de los elementos constitutivos del neoliberalismo: el acento en lo individual frente a lo colectivo hace que aquellas personas que sacan provecho al marco establecido no les importe la suerte de sus congéneres.
No es un problema de riqueza, sino de recursos. Definitivamente no hay de todo para todos y esa acumulación de riqueza, al no ser repartida, hace de regulador.
#2 Por supuestísimo que hay recursos para todos. En el norte de Europa se vive bastante bien y tampoco están desangrando a los países pobres extrayendo sus recursos, aunque quede bonito decirlo.
#2 No es un problema de recursos, es un problema de conceptos y de inteligencia.
Para derrotar al enriquecimiento injusto (es decir, al capitalismo), primero hay que tener claros los conceptos.
El liberalismo económico, el libre mercado, se inventó para que la gente, persiguiendo libremente los enriquecimientos excesivos y fáciles, acabase con dichos enriquecimientos, devolviendo así las rentabilidades de las diferentes actividades económicas y profesiones a sus niveles equilibrados y socialmente justos. Es decir, el liberalismo económico, el libre mercado, se inventó como arma contra el capitalismo. Y de hecho es el mejor arma contra el capitalismo.
Otra cosa muy distinta es que haya o no haya un auténtico liberalismo económico implementado y operando. La forma más fácil de comprobar si hay o no implementado un auténtico libre mercado es ver si hay capitalismo: si hay capitalismo, entonces no hay auténtico liberalismo económico ni auténtico libre mercado implementado ni operando. Pues si hubiera un auténtico libre mercado operando, entonces el capitalismo, es decir, el enriquecimiento fácil e injusto, no existiría.
En España actualmente hay capitalismo, por tanto no hay ningún auténtico libre mercado correctamente implementado y operando.
Y una cosa que dificulta aún más en España el que se implemente correctamente el arma que acabaría con el capitalismo, el auténtico liberalismo económico o libre mercado, es que, de hecho, la gente tenga el concepto, equivocado y poco inteligente, de que el liberalismo económico es algo que ayuda a que exista el capitalismo, en vez de destruir el capitalismo.
Por eso es un problema de conceptos, de inteligencia y de cuñadismo, no de recursos. El liberalismo económico es un concepto impopular (lo demuestra por ejemplo este artículo de "El Diario.es") cuando, de hecho, es el único arma contra el capitalismo y su enriquecimiento injusto, basado en robar del esfuerzo ajeno.
Lo que pasa es que implementar correctamente el libre mercado, para que pueda cumplir con su objetivo principal de acabar con el capitalismo (es decir, con el enriquecimiento injusto, basado en robar del esfuerzo ajeno), en realidad no es un laissez faire, no es un "dejar hacer", no es una "mano invisible", no es un "que el gobierno no haga nada", sino que, por el contrario, implementar correctamente el libre mercado que derrote al capitalismo requiere una intensísima y extensísima intervención del gobierno. Y solo en el marco de esa intensísima y extensísima regulación estatal se "deja hacer" o se "deja elegir" a los ciudadanos.
Comentarios
Para leerlo hay que pagar.
(La rebelión la toman en serio)
#3 en ventana privada se lee sin problema.
#4 Ok gracias
>>..." no les importe la suerte de sus congéneres."
Hey! pero no todos
No es un problema de riqueza, sino de recursos. Definitivamente no hay de todo para todos y esa acumulación de riqueza, al no ser repartida, hace de regulador.
#2 Por supuestísimo que hay recursos para todos. En el norte de Europa se vive bastante bien y tampoco están desangrando a los países pobres extrayendo sus recursos, aunque quede bonito decirlo.
#2 No es un problema de recursos, es un problema de conceptos y de inteligencia.
Para derrotar al enriquecimiento injusto (es decir, al capitalismo), primero hay que tener claros los conceptos.
El liberalismo económico, el libre mercado, se inventó para que la gente, persiguiendo libremente los enriquecimientos excesivos y fáciles, acabase con dichos enriquecimientos, devolviendo así las rentabilidades de las diferentes actividades económicas y profesiones a sus niveles equilibrados y socialmente justos. Es decir, el liberalismo económico, el libre mercado, se inventó como arma contra el capitalismo. Y de hecho es el mejor arma contra el capitalismo.
Otra cosa muy distinta es que haya o no haya un auténtico liberalismo económico implementado y operando. La forma más fácil de comprobar si hay o no implementado un auténtico libre mercado es ver si hay capitalismo: si hay capitalismo, entonces no hay auténtico liberalismo económico ni auténtico libre mercado implementado ni operando. Pues si hubiera un auténtico libre mercado operando, entonces el capitalismo, es decir, el enriquecimiento fácil e injusto, no existiría.
En España actualmente hay capitalismo, por tanto no hay ningún auténtico libre mercado correctamente implementado y operando.
Y una cosa que dificulta aún más en España el que se implemente correctamente el arma que acabaría con el capitalismo, el auténtico liberalismo económico o libre mercado, es que, de hecho, la gente tenga el concepto, equivocado y poco inteligente, de que el liberalismo económico es algo que ayuda a que exista el capitalismo, en vez de destruir el capitalismo.
Por eso es un problema de conceptos, de inteligencia y de cuñadismo, no de recursos. El liberalismo económico es un concepto impopular (lo demuestra por ejemplo este artículo de "El Diario.es") cuando, de hecho, es el único arma contra el capitalismo y su enriquecimiento injusto, basado en robar del esfuerzo ajeno.
Lo que pasa es que implementar correctamente el libre mercado, para que pueda cumplir con su objetivo principal de acabar con el capitalismo (es decir, con el enriquecimiento injusto, basado en robar del esfuerzo ajeno), en realidad no es un laissez faire, no es un "dejar hacer", no es una "mano invisible", no es un "que el gobierno no haga nada", sino que, por el contrario, implementar correctamente el libre mercado que derrote al capitalismo requiere una intensísima y extensísima intervención del gobierno. Y solo en el marco de esa intensísima y extensísima regulación estatal se "deja hacer" o se "deja elegir" a los ciudadanos.