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#8:
Soy un enamorado de la arquitectura tradicional de cualquier cultura, por todo el poso contenido de sabiduría ancestral; pero hablar en estos casos de "ecodiseño" y "vivienda sostenible" siempre me ha parecido un auténtico disparate. Puestos a disparatar, podríamos concluir que no hay vivienda más "sostenible" y "ecológica" que la caverna natural, porque ni siquiera es necesario construirla y sus necesidades de mantenimiento son nulas. O que la electricidad, la calefacción, las ventanas, las redes de saneamiento y abastecimiento de agua, etc, son pasos que nos han alejado paulatinamente de esa "sostenibilidad".
La sostenibilidad bien entendida no puede desligarse nunca del contexto físico, tecnológico, psicológico y temporal. Lo que hace 500 o 5.000 años era sostenible para albergar pequeñas comunidades agrícolas o seminómadas, hoy sería un desastre en los contextos actuales. Es evidente que analizando el pasado se pueden recuperar conocimientos casi olvidados que ayuden a mejorar ciertos aspectos de la vida moderna (por ejemplo, en el caso de las construcciones habitables se está recuperando la utilidad de la inercia térmica); pero todo eso hay que hacerlo con sentido estrictamente científico, nunca romántico. Y si el estudio científico concluye que es más eficiente y sostenible inventar y producir nuevos y feos materiales de alta capacidad aislante con derivados del petroleo o con otro tipo de residuos procesados, pues no pasa nada. Igual no es tan romántico como el tejado de paja, pero se garantiza que es más práctico y a la postre menos dañino para el entorno.
Hay que ser conscientes de que la naturaleza es lo opuesto al romanticismo y a cualquier criterio sensiblero desarrollado por los humanos. La naturaleza es ciencia pura. También conviene ser conscientes de que todo, absolutamente todo, es naturaleza; que lo "artificial" y lo tecnológico también es parte de la naturaleza; que el poliestireno expandido y el hormigón celular también son parte de la naturaleza, porque están desarrollados a partir de recursos naturales mediante el ingenio natural de un ser vivo tan natural como cualquier otro. Por eso, ni todo lo "artificial" es peor que lo natural, ni todo lo natural es mejor que lo "artificial". La sostenibilidad en el actual contexto de máxima presión se logrará exprimiendo nuestro actual ingenio hiperdesarrollado, no abrazando románticamente los pequeños logros de las culturas acientíficas que nos precedieron. Ellos se lo curraron en su contexto. Nosotros tenemos que currárnoslo en nuestro contexto.
La sostenibilidad bien entendida no puede desligarse nunca del contexto físico, tecnológico, psicológico y temporal. Lo que hace 500 o 5.000 años era sostenible para albergar pequeñas comunidades agrícolas o seminómadas, hoy sería un desastre en los contextos actuales. Es evidente que analizando el pasado se pueden recuperar conocimientos casi olvidados que ayuden a mejorar ciertos aspectos de la vida moderna (por ejemplo, en el caso de las construcciones habitables se está recuperando la utilidad de la inercia térmica); pero todo eso hay que hacerlo con sentido estrictamente científico, nunca romántico. Y si el estudio científico concluye que es más eficiente y sostenible inventar y producir nuevos y feos materiales de alta capacidad aislante con derivados del petroleo o con otro tipo de residuos procesados, pues no pasa nada. Igual no es tan romántico como el tejado de paja, pero se garantiza que es más práctico y a la postre menos dañino para el entorno.
Hay que ser conscientes de que la naturaleza es lo opuesto al romanticismo y a cualquier criterio sensiblero desarrollado por los humanos. La naturaleza es ciencia pura. También conviene ser conscientes de que todo, absolutamente todo, es naturaleza; que lo "artificial" y lo tecnológico también es parte de la naturaleza; que el poliestireno expandido y el hormigón celular también son parte de la naturaleza, porque están desarrollados a partir de recursos naturales mediante el ingenio natural de un ser vivo tan natural como cualquier otro. Por eso, ni todo lo "artificial" es peor que lo natural, ni todo lo natural es mejor que lo "artificial". La sostenibilidad en el actual contexto de máxima presión se logrará exprimiendo nuestro actual ingenio hiperdesarrollado, no abrazando románticamente los pequeños logros de las culturas acientíficas que nos precedieron. Ellos se lo curraron en su contexto. Nosotros tenemos que currárnoslo en nuestro contexto.
Comentarios
Soy un enamorado de la arquitectura tradicional de cualquier cultura, por todo el poso contenido de sabiduría ancestral; pero hablar en estos casos de "ecodiseño" y "vivienda sostenible" siempre me ha parecido un auténtico disparate. Puestos a disparatar, podríamos concluir que no hay vivienda más "sostenible" y "ecológica" que la caverna natural, porque ni siquiera es necesario construirla y sus necesidades de mantenimiento son nulas. O que la electricidad, la calefacción, las ventanas, las redes de saneamiento y abastecimiento de agua, etc, son pasos que nos han alejado paulatinamente de esa "sostenibilidad".
La sostenibilidad bien entendida no puede desligarse nunca del contexto físico, tecnológico, psicológico y temporal. Lo que hace 500 o 5.000 años era sostenible para albergar pequeñas comunidades agrícolas o seminómadas, hoy sería un desastre en los contextos actuales. Es evidente que analizando el pasado se pueden recuperar conocimientos casi olvidados que ayuden a mejorar ciertos aspectos de la vida moderna (por ejemplo, en el caso de las construcciones habitables se está recuperando la utilidad de la inercia térmica); pero todo eso hay que hacerlo con sentido estrictamente científico, nunca romántico. Y si el estudio científico concluye que es más eficiente y sostenible inventar y producir nuevos y feos materiales de alta capacidad aislante con derivados del petroleo o con otro tipo de residuos procesados, pues no pasa nada. Igual no es tan romántico como el tejado de paja, pero se garantiza que es más práctico y a la postre menos dañino para el entorno.
Hay que ser conscientes de que la naturaleza es lo opuesto al romanticismo y a cualquier criterio sensiblero desarrollado por los humanos. La naturaleza es ciencia pura. También conviene ser conscientes de que todo, absolutamente todo, es naturaleza; que lo "artificial" y lo tecnológico también es parte de la naturaleza; que el poliestireno expandido y el hormigón celular también son parte de la naturaleza, porque están desarrollados a partir de recursos naturales mediante el ingenio natural de un ser vivo tan natural como cualquier otro. Por eso, ni todo lo "artificial" es peor que lo natural, ni todo lo natural es mejor que lo "artificial". La sostenibilidad en el actual contexto de máxima presión se logrará exprimiendo nuestro actual ingenio hiperdesarrollado, no abrazando románticamente los pequeños logros de las culturas acientíficas que nos precedieron. Ellos se lo curraron en su contexto. Nosotros tenemos que currárnoslo en nuestro contexto.
#8 Si señor !
(+) & ( + )
Qué raro que la gente abandonara esas casas oscuras sin apenas ventanas y con problemas para evacuar el humo malsano que respiraban... Con lo bonitas, tradicionales y llenas de sabiduría que están.
#16 Los que no han visto un agujero de esos no saben lo pequeños que son, lo insalubre de hacer lumbre en un sitio sin ventanas ni chimeneas, y que el suelo es de pura tierra. Una maravilla, vamos.
#0 Sabemos perfectamente el motivo para enviar este meneo. Pero sabes que no vamos a caer en tus burdas tentaciones.
#1 esta invocando a@javierb el pallocero?
#4@JavierB sólo aparece si se le reza debidamente con una mano en el
xxxxpecho.#1 Basta ya de intentar desvirtuar el auténtico poso de la noticia, que es que si quieres una vivienda sostenible, has de cagar de monte.
Lo que viene siendo salón-cocina americano.
#5 Y eso lo vivieron hace cuatro días....
#12 Hombre, pero es que lo característico de las pallozas es su forma redonda u ovalada y su tejado de centeno, que sirve de aislante, además de filtrar el humo (no tienen chimenea). Las paredes de piedra y las puertas y ventanas de madera son habituales en todas partes.
Hola, vengo a confesar que en el titular no he leído "La palloza" precisamente. Mis cansados ojos me han jugado una mala pasada. Hasta siempre.
#12 Así que los balcones también son diferentes. Pues lo estás empeorando, macho.
Hay casa iguales en Sanabria (Zamora) sólo que no son redondas y los tejados son de pizarra (por allí hay mucha pizarra). Me encantan.
#9 Vamos, que no se parecen en casi nada
#10 No encuentro mejores fotos . Yo las he visto de cerca y son muy parecidas.
La mampostería es practicamente igual, como las puertas y las ventanas. Lo único que es más diferente son los balcones, que imagino, serán una innovación porterior.
#9 También hay casas iguales a esas en Hinojosa del Duque (Córdoba), solo que son rectangulares, los tejados son de tejas y las paredes de ladrillo y yeso.
#11
#11 Un poco de paja por encima el tejado y da el pego.
#19 Hay que estar muy fuerte de la próstata para llegar tan alto con las ráfagas.
#9 Me recordaste a mi madre cuando sale el sorteo de la ONCE.
"Casi nos toca, aquí tenemos un 5 y salió un 4, en las decenas tenemos un 2 y salió en las unidades..."
#9 Yo vivía en una casa igual, solo que era un piso dentro de un bloque y en vez de tejado tenía un ático (por allí hay muchos áticos).
#9 Y en los mismos pueblos donde hay pallozas hay casas de ese estilo (paredes de piedra, tejados de pizarra y corredores de madera). En los Ancares (gallegos y leoneses) en cuanto se tenían dos perras para abandonar la palloza, se levantaban casas así. Las cuadras iban en la planta baja y así se aprovechaba el calor que emitían los animales en el invierno.
La palloza frente a casa de mi abuela estaba en perfecto estado de conservación y habitada por un paisano, y sin apenas mantenimiento ahi sigue en pie.
#7 ¿Sigue en pie el paisano?
#18 el paisano esta tumbado hace tiempo. No creo levante mas.
¿Nadie más ha leído la pollaza?
Viva Hispania.
igual que la casita de Asterix