La falta de frío obliga al treparriscos, elegida ave del año 2025, a subir cada vez más alto para tener a sus crías: este fenómeno está cambiando sus hábitos y también los ecosistemas montañosos, donde se multiplica el riesgo de incendios. El treparriscos es un pájaro montañés por antonomasia. Cría a unos 2.000 metros de altitud. Y pasa el invierno en imitaciones de alta montaña más bajas y menos gélidas. Luego vuelve a subirse en primavera. Por eso es más accesible buscar su espasmódico vuelo –que recuerda el revoloteo de una mariposa
|
etiquetas: ciencia , ornitologia , cambio climático , sociedad