Los cuatro miembros de la familia se quedaron sentados en un banco del parque de la Taconera sin saber muy bien a quién acudir a esa hora de la noche. Junto a un maletón en la que guardan todas sus pertenencias y dos silletas, el bebé lloraba y su madre trataba de tranquilizarlo ofreciendo algo de comida de un banco de alimentos. La mujer contaba que dos meses antes habían llegado en patera a Almería para reencontrarse con su marido en Pamplona, donde residía en situación de calle, aunque empadronado en un piso.
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