Una de cada cinco mujeres británicas confiesa que ha escuchado hablar del uso de artículos de cocina -como pan, papel transparente, e incluso piel de pollo- como anticonceptivo. A otras les ha llegado el rumor de que comer kebabs, papas fritas o tomar refresco de cola puede usarse como contraceptivo oral. El estudio se hizo a partir de las respuestas de 1.000 mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 50 años y tenía como finalidad determinar cómo de conocidas eran estas "leyendas".
|
etiquetas: mitos , anticonceptivos