«¿Que no habrá cambios en España?». La pregunta la hizo Stalin, completamente indignado, el 19 de julio de 1945. En la misma habitación se encontraban el primer ministro británico, Winston Churchill, y el presidente de Estados Unidos, Harry Truman. Era la tercera reunión que mantenían los líderes de las tres principales potencias del mundo en la famosa Conferencia de Potsdam, cerca de Berlín, con el objetivo de establecer las condiciones de la paz que debían regir Europa tras su victoria en la Segunda Guerra Mundial.
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Con lo primero suele jugar con la clara intención de intentar disimularlo. Lo segundo no lo oculta,llegando incluso al ridículo de destacar lo más negativo de sus protagonistas , mientras omite eso mismo en el caso de sus amigos.
Por ejemplo:
"Entre todos los puntos a tratar había uno que preocupaba especialmente a Stalin, que a esas alturas de la historia ya era responsable de la muerte de más de diez millones de campesinos ucranianos entre… » ver todo el comentario
espiritualfascista de Occidente, hombre.