Hay pocas cosas más típicamente americanas que esos duelos de aceleración en un aeródromo o circuito. La distancia a batir es un cuarto de milla y el vencedor es el que antes cruza la meta. Todo surge en los años 50 del pasado siglo, cuando algunos fanáticos de la velocidad empezaron a equipar coche de calle con motores potenciados y un tren de rodaje actualizado – normalmente enormes ruedas traseras – para poder transmitir toda esa potencia al suelo. Poco a poco el deporte fue convirtiéndose de una afición de cuatro locos a todo un fenómeno.
|
etiquetas: inicios , drag racing