En 2023, la población asturiana de lobos se estimó en 345 individuos distribuidos en 45 manadas, con 42 familias reproductoras. Pese a una aparente expansión territorial, los análisis genéticos evidencian una baja variabilidad y una alarmante estructuración interna que comprometen seriamente la supervivencia de la especie. El informe denuncia además la ausencia de estudios sobre el Número Efectivo (Ne), indicador esencial para evaluar la salud genética de la población, lo que dificulta un análisis completo de su situación. La afección del fuego
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