Hace 11 años | Por IgnatiusJReilly a elmundo.es
Publicado hace 11 años por IgnatiusJReilly a elmundo.es

En 1696, acuciado por sus deudas con los prestamistas, el Rey Guillermo III de Inglaterra pidió a sus ministros que buscaran una manera de acrecentar los ingresos del Estado. La solución que éstos aportaron fue la creación de un nuevo impuesto sobre el aire y la luz del sol. Hoy las administraciones, a todos los niveles, se ha empeñado en una carrera de nuevas tasas, impuestos y copagos (repagos) que, incluso si consiguen en un primer momento aumentar los ingresos del Estado, no dejan de tener un efecto secundario pernicioso sobre la economía.

Comentarios

IgnatiusJReilly

La de cosas que nos enseña la historia y que poco las aprovechamos...